Libertades democráticas
29/4/2025
Polémico “entrenamiento antidisturbios” en la Armada termina con una joven hospitalizada
Instructores y superiores golpearon a sus alumnos en un ejercicio que nada tiene que ver con las tareas de las FF.AA.

Seguir
Ministro de Defensa Luis Petri.
La política represiva del gobierno de Javier Milei agrega un nuevo acto de ilegalidad a su profuso expediente con los hechos que terminaron con la hospitalización de la joven estudiante de la Marina Brisa Páez (de 21 años) en un cuestionado y violento “entrenamiento antidisturbios” organizado por sus superiores de la Armada Argentina, donde además resultaron heridos varias personas. Ni la Armada ni el gobierno y su ministro de Defensa Luis Petri pudieron explicar la razón de la realización de dicho entrenamiento, que se inscribe en la política represiva oficial, golpeando a estudiantes y subordinados.
Brisa tuvo que ser hospitalizada luego de recibir varios golpes, incluyendo una “patada voladora” de uno de sus instructores de la Armada. Por los daños sufridos fue derivada al Hospital Militar Central donde luego de sufrir convulsiones se la indujo a un estado de coma durante dos semanas para controlar su situación. Transcurrido este plazo pudo declarar ante la Justicia, en una causa donde a la fecha hay siete personas detenidas.
De la reconstrucción de los hechos, gracias al testimonio de una decena de jóvenes que participaron de los hechos, se pudo determinar la realización intempestiva de un “entrenamiento antidisturbios” para el cual los participantes no contaron con preparación alguna, siendo sometidos a una cuasi golpiza por sus superiores, y que escapa a las tareas habituales de la Armada, que no pueden ser empleadas en la represión de la población civil.
Al término de su acto delictivo y consientes de las secuelas producidas en varios de sus subordinados, los responsables de la Armada le indicaron a las víctimas guardar silencio, ordenándoles que “si alguien les pregunta qué les pasó, ustedes tienen que decir que se golpearon en su casa”.
Sobre lo que no existe ninguna claridad es respecto a quién ordenó la realización de dicho entrenamiento irregular y con qué propósitos; o si el mismo se inscribe dentro de las decisiones del Ejecutivo nacional que habilita a las Fuerzas Armadas a interceder en cuestiones de seguridad interior contra las “nuevas amenazas” y en la protección de los “objetivos de valor estratégico”. ¿Será que procederán contra la población civil con estos mismos métodos?
El gobierno nacional hace gala de su política represiva y de reforzamiento de las Fuerzas de Seguridad para utilizarlas contra la población trabajadora, algo de lo que se jacta la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, dejando un tendal de heridos y víctimas de la represión estatal, como es el caso del fotógrafo pablo Grillo.
En vez de combatir al narcotráfico o a los delitos de gravedad para los cuales se supone que el gobierno habilitó la intervención de las FF.AA. tenemos que las mismas se entrenan para disolver manifestaciones, usando como conejillos de indias a jóvenes estudiantes que, como el caso de Brisa, aspiran a trabajos administrativos, de limpieza y tareas denominadas secundarias.
El gobierno debe responder por lo sucedido, en el marco de su orientación de los recursos de seguridad del país para reprimir a trabajadores y manifestantes y hacer pasar su programa económico de ajuste pactado con el FMI.

