Policía bonaerense acribilla a un joven en Berazategui

Las atribuciones especiales a las fuerzas de seguridad de Berni y Kicillof.

Este martes pasado, en la ciudad de Berazategui, la Policía Bonaerense mató a balazos, en pleno centro, a un joven de 22 años, Diego Arzamendia, al intentar huir por ser identificado como cómplice de Augusto Iturralde (23 años); éste último ejecutado también, el domingo 14 de junio por la noche, en Plátanos, al menos con nueve disparos, por un policía de la Ciudad de Buenos Aires, en una supuesta situación de robo donde ambos jóvenes se trasladaban en moto y donde Diego lograra huir.

 

Tanto Augusto como Diego eran de Villa Mitre: un barrio humilde y uno de los sectores más vulnerables, golpeados por la pandemia, azotado por la desocupación y el flagelo de la droga. Este ensañamiento con los jóvenes de las barriadas empobrecidas se puede ver claramente en el video subido a las redes, cuando una gran cantidad de efectivos rodean a Diego, de quien no se sabe a ciencia cierta si portaba un arma blanca o un destornillador, para luego efectuarle al menos cinco disparos con total alevosía, en una situación que la policía tenía, por demás, controlada.

 

(El video contiene imágenes sensibles)

 

 

 

Aduciendo legítima defensa y justificando los asesinatos, las fuerzas represivas cuentan con las atribuciones especiales que el gobernador Axel Kicillof y su ministro Sergio Berni otorgaran a las fuerzas de seguridad; que tienen además la venia del intendente Juan José Mussi, integrante del Frente de Todos, con ellos.

 

Este caso de gatillo fácil no es un hecho aislado en Berazategui, donde ya se registraron aproximadamente tres casos más de este accionar. Como el asesinato del pasado 24 de mayo, de Alan Maidana, por la Policía Federal, donde familiares, amigos, agrupaciones sociales y políticas marcharan en reclamo de Justicia. Como es evidente no son casos aislados sino que es una política de Estado, que se vale de la cuarentena para desplegar las fuerzas represivas y militarizar los barrios y amedrentar así a la población.

 

Exigiendo justicia por todas las víctimas de gatillo fácil. Se deben investigar a fondo estos hechos y determinar las responsabilidades penales de los intervinientes. Fuera la policía asesina y el despliegue represivo de nuestros barrios. Pongamos la cuarentena bajo control de los trabajadores y vecinos.