Libertades democráticas
19/8/2004|864
Por Lila Calderón y Pablo Calarota
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Repudiamos enérgicamente el procesamiento de Lila Calderón y Pablo Calarota y de cada luchador social al que pretendan inmovilizar con detenciones, persecuciones o amenazas.
Al pueblo no se lo hace callar con artilugios jurídicos. El pueblo se calla cuando come, cuando trabaja, cuando estudia. El pueblo no debe vivir bajo sospecha, el pueblo debe vivir bajo un techo. Sus representantes tienen la obligación de darle la posibilidad de obtenerlo.
Lila Calderón y Pablo Calarota no serán dos voces menos en el grito del pueblo, porque no van a silenciarlos con procesamientos. Sus voces se multiplicarán por miles hasta que una verdadera justicia social se haga presente en el país.