Trabajadores de reparto realizaron una protesta el pasado jueves 9 de marzo para exigir justicia por Danillo Marcieri, y en reclamo de mejores condiciones laborales. La policía Bonaerense respondió con la represión y detención de 15 manifestantes.

Danillo era un joven de 22 años oriundo de Neuquén, que el sábado 26 de febrero fue asesinado cuando intentaban robarle la moto que utilizaba para desarrollar sus tareas de delivery para la empresa Rappi.

La protesta, iniciada en Avenida Calchaqui y Forbanto, se trasladó a la autopista Buenos Aires – La Plata, donde un fuerte operativo represivo a cargo de la Bonarense de Sergio Berni no permitió desarrollar el corte, aprehendiendo a quince repartidores que fueron trasladados a la comisaría, donde pasaron la noche en los calabozos. Sus motos (herramientas de trabajo) fueron retenidas.

“Es una locura lo que está haciendo la policía y este gobierno de ineptos, porque otro nombre no se le puede poner. Venimos a exigir justicia y seguridad y muchos compañeros terminaron presos” declaró Lucas Segovia, uno de los trabajadores que participó de la protesta. Y agregó: “queremos que el secretario de Seguridad de Quilmes renuncie, es un incompetente que no sirve para el cargo que tiene, estamos con mucha bronca. ¿Cómo puede ser que hagamos una protesta y terminemos presos?” (Periódico El Progreso, 10/3).

Rappi es una empresa multinacional de mensajería y envío a domicilio de productos. Sus miles de jóvenes trabajadores y trabajadoras ejercen sus tareas en negro. Tanto el vehículo, la ropa de trabajo (por ejemplo el piloto para la lluvia) y la conocida mochila caja la tienen que adquirir de su bolsillo, al igual que el combustible y arreglos de la moto. Su sueldo es resultado del trabajo a destajo, a comisión de cada entrega (más propina). Obligados a tomar muchos pedidos, y trabajar largas horas por día. Ausentes de aguinaldo, obra social, ART y aportes jubilatorios.

El silencio de la empresa ante el asesinato de Marcieri pone de manifiesto su fuerte política precarizadora, avalado por un el Estado.

Para terminar con la represión y la criminalización de la protesta social es necesario terminar con los gobiernos capitalistas que las fomentan.

Justicia por Danillo Marcieri.

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