Entre la noche del lunes y la madrugada del martes, Darío Moreyra falleció en el hospital Oñativia. Lo que parecía una complicación de salud derivó en sospechas de abandono de persona y violencia policial, gracias a los aportes de testigos. La familia exige verdad y justicia.

Darío Moreyra, de 54 años, vecino de San José, se acercó el domingo 12 hasta el Hospital Oñativia, ante un fuerte malestar que luego fue diagnosticado como un cuadro coronario que lo llevó a quedar internado en observación. Debido a la pandemia y a los protocolos pertinentes ningún familiar pudo quedarse a acompañarlo. Luego de un día entero sin novedades, ni partes médicos que brindarán información sobre su padre, el martes por la mañana les anunciaron que había fallecido de un paro cardiorrespiratorio.

En el transcurso de ese martes la familia recibió distintas pruebas, videos y testimonios, que demostraron que, previo al deceso, Darío había sufrido una crisis nerviosa que derivó en una situación de violencia que culminó con su detención por parte de la policía, la que lo redujo durante horas en plena calle con temperaturas bajísimas. A las claras, no se trataba de una situación favorable para una persona convaleciente. Finalmente, y luego de que supuestamente el nosocomio se negara a recibirlo nuevamente, el malestar de Darío se potenció y terminó falleciendo el martes por la mañana.

Este relato lo pudo reconstruir la familia gracias a la solidaridad de los testigos y debido a que se pusieron en campaña para dar con los verdaderos motivos de la muerte de su padre. Ni las autoridades del hospital ni la policía les informaron en ningún momento lo que estaba sucediendo, y solo cuando hicieron efectiva la denuncia cada uno dio su versión de lo sucedido.

El pasado viernes, la familia organizó una movilización pacífica, de un centenar de personas, hasta el hospital, para exigir verdad y justicia. La misma fue “acompañada” por un inusitado despliegue policial que no tenía correlato con el cuadro general.

Mientras tanto la fiscalía ha comenzado una causa caratulada, luego de la autopsia forense, como homicidio.

El caso de Darío Moreyra levanta sospechas de abandono de persona y de posibles abusos policiales, debido a las inconsistencias en las declaraciones de las autoridades del nosocomio y de la comisaría 5ta de Rafael Calzada, en la que también aparecieron las pertenencias personales de Darío, pero también por la grave situación que atraviesa la salud pública en medio de la pandemia, con hospitales vaciados y desbordados de casos. Y, por otro lado, por la gran cantidad de casos de violencia policial que derivaron en un aumento exponencial de víctimas de gatillo fácil y de apremios ilegales. Por supuesto que esto sucede bajo el amparo del Estado y en los barrios más pobres contra los trabajadores y la juventud.

Es necesario saber qué sucedió con Darío. Aapoyemos el pedido de verdad y justica de su familia.

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