Río Cuarto: justicia para Alex

Castigo a todos los culpables


Alexander Ismael Trigo de 17 años perdió la vida como consecuencia de una persecución policial que provocó el choque entre su moto y un auto que circulaba por la intersección de Ecuador y M. T. de Alvear en Río Cuarto, Córdoba. Los policías involucrados siguen en sus funciones con total impunidad.


 


El comisario Pedro Díaz declaró al diario Puntal que “el recorrido se inició en un control luego de que los agentes observaran a los jóvenes que viajaban en tres motocicletas haciendo una picada, el móvil policial los siguió unos 40 o 50 metros, no se trató de una persecución”. Testigos del crimen dan cuenta de que Alex no había protagonizado ningún tipo de delito.


 


Franco Amaya, en Carlos Paz, también perdió la vida tras cruzarse de frente con un control policial, en el que le tiraron a matar. Este tipo de prácticas policiales, amparadas en el código de convivencia, forma parte de toda una política de hostigamiento y regimentación de las fuerzas represivas sobre la juventud, y sobre los compañeros de las barriadas populares en particular.


 


Alex, Franco y tantos otros jóvenes cayeron victimas del cotidiano accionar de una fuerza policial que se ensaña en perseguir a la juventud. Los escenarios de los crímenes pueden variar, sin embargo el accionar de un aparato policial descompuesto da cuenta de cada vez  más víctimas.


 


La política de hostigamiento es justificada con el sambenito de una mayor seguridad ciudadana. En esa línea el gobierno de la provincia promulgó una nueva ley de seguridad; y hasta una nueva división, la policía antiterrorista de Córdoba. Vivimos en una de las provincias con mayor cantidad de policías, con el crecimiento de un presupuesto para las fuerzas represivas que crece mientras el dinero para salud y educación no guarda relación con las necesidades del pueblo trabajador.


 


Alexander se organizaba en el Movimiento Trabajo de Hormigas. Vivía en la Cava, una villa que padece falta de trabajo, entre otros tantos derechos elementales pendientes. Él como otros tantos pibes y pibas padecen la inseguridad de un Estado que no les asegura una perspectiva de vida digna a futuro


 


El pueblo de Río Cuarto necesita justicia. Por eso, debemos transitar juntos el camino de justicia por Alex y por todos los jóvenes que fueron víctimas de la represión policial. Porque quedó demostrado que con el accionar de la policía no se garantiza el resguardo de los bienes, ni la integridad de la población; todo lo contrario, se encuentran involucradas con el delito organizado, el hostigamiento a la juventud, gatillo fácil y la represión del pueblo trabajador.


 


Por eso pedimos el castigo a los culpables. No debe haber cabida para la impunidad, es por eso que necesitamos organizarnos por justicia, por Alex y todos los pibes y las pibas victimas. Será justicia.