Salta: brutal episodio policial contra mujeres manteras

Fuerte repudio causo la detención de dos hermanas manteras en el centro de Salta. Las mujeres intentaron poner las mantas en el centro para vender medias y barbijos y la policía las detuvo violentamente. Incluso una de ellas fue víctima de una peligrosa maniobra, con una llave de ahorcamiento fue levantada mientras arrancaba el móvil policial.


La indignación de la gente que observo el operativo quedo plasmado en las imágenes de un noticiero provincial. Gritaban; “suéltenlas, déjenlas trabajar- vayan a buscar a los chorros en los barrios- no les peguen a las mujeres.”


La policía niega la represión, dicen que las mujeres se resistieron a la autoridad y que tiraban “manotazos” a los policías. ¿Como no se van a resistir?, si no estaban cometiendo ningún delito. Además de ser detenidas pierden la mercadería que venden, porque la práctica común es que no se hacen actas de lo confiscado y cuando sí las hacen les ponen multas impagables.



 


Los manteros son en su mayoría mujeres desocupadas que con la venta callejera logran armarse de un ingreso mínimo para el sustento de sus familias. Con la cuarentena, sus ingresos se redujeron a cero, ya que no se podía vender, ni en el centro ni en los barrios. Los distintos agrupamientos de vendedores ambulantes, manteros y carreros denuncian que ni la municipalidad, ni la provincia les brindaron siquiera un bolsón de alimentos, condenándolos prácticamente a pasar hambre.


La cámara de comercio tiene la vieja práctica que en vísperas de alguna fecha comercial importante, como ahora el día del padre, pide que limpien de vendedores el centro, con la excusa de que es venta ilegal y desleal, ya que ellos pagan alquileres por sus locales, impuestos y también salarios a sus empleados. Sin embargo fue su presidente, Betsel, quien anunció antes que Sáenz que se levantaba la cuarentena y abrieron todos los comercios. A sus empleados les pagan con el aporte de la Anses y aun así les descuentan parte del salario.




Hoy anunciaron que la municipalidad de Salta, la Policía y la Cámara de Comercio acordaron que los vendedores no pueden ingresar al centro y que, a futuro, se creará una playa habilitada para vendedores fuera del centro y que además investigarán a las organizaciones de vendedores. Los que gobiernan la ciudad y la provincia, responsables de la desocupación en masa y el trabajo informal, no crean una salida ni siquiera miserable, van por la represión y la prohibición.


Repudiamos la represión y la violencia que ejerce el Estado a las mujeres trabajadoras. Exigimos que se permita la venta en las calles y un subsidio de $40.000 para todos los trabajadores informales y desocupados, no solo por la cuarentena, sino porque son la masa de desocupados que en esta provincia no tienen dónde buscar trabajo.


¡Fuera Pulleiro, el ministro de seguridad negacionista de la dictadura militar! ¡Basta de represión a las mujeres trabajadoras!