En el día de ayer se viralizó por las redes sociales la denuncia de Federico Bonina, quien fue detenido por la policía de Puerto Deseado para sufrir luego una brutal golpiza, tortura e intento de abuso sexual.

El viernes a la noche fue echado, sin mayores explicaciones (“vos tenes que irte de acá”, le dijeron), de un bar de la localidad por parte de la seguridad. Luego de esto es detenido por la policía, que lo lleva a la comisaría por supuestos “disturbios”, aunque ya comienzan a golpearlo desde que lo suben a la camioneta. Federico denuncia que se turnaban para golpearlo mientras mandaban mensajes a un grupo de Whatsapp burlándose de él. No solo usaron fuerza física, sino que fue golpeado por un palo, e intentaron introducirselo en el ano. Lo que hizo la policía fue criminal, inhumano y totalmente despreciable.

“Nos vio la cara, hay que matarlo”. Eso decían cuando Federico se dio vuelta en medio de la tortura. Ya luego de este punto, los ojos de Federico no veían, cerrados por los golpes. Lo amenazaron con tirarlo en la ría con un bloque atado en el cuello. Todo en el transcurso de pocas horas. Hasta los reclusos en el calabozo intentaron intervenir ante los gritos de auxilio de Federico.

A Bonina lo llevaron al hospital, pero antes de ser atendido fue subido de vuelta a la camioneta, para ser amenazado de que si hablaba “le iban a dar un tiro y dejarlo en el campo”. Amagaron una vez más con llevarlo al hospital, solo para seguir golpeándolo, hasta que, luego de desmayarse, despertó en el nosocomio en la mañana del sábado. Federico denuncia que le dieron el alta luego de analizarlo superficialmente. Las lesiones alcanzaban todo su cuerpo, incluyendo los pies, a donde golpearon particularmente junto a su cara.

Al día de hoy lo único que hicieron desde la policía fue “iniciar la investigación y sumarios correspondientes”, pero solo una vez que se viralizó en redes lo ocurrido. No solo cabe reclamar la expulsión de los criminales que torturaron a Federico, sino su inmediata detención por tortura. Esta es la policía de Santa Cruz, que en los últimos años ha sido múltiples veces denunciada por este tipo de delitos, incluyendo el impune asesinato de Gustavo Geréz en 2016. Reclamamos la renuncia del jefe del ministro de Seguridad Lisandro De La Torre. El kirchnerismo es represor y ajustador, de ninguna manera defensor de los Derechos Humanos, como les gusta decir.

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