Todos al juicio oral de Brodsky

Luego de tres años y medio de provocación judicial por parte de la patronal del diario La Prensa, encabezada por la oligárquica Amalia Lacroze de Fortabat, y a pesar de haberle ganado en tres oportunidades este mismo juicio, el delegado de dicho medio, Jorge Luis Brodsky, se verá sometido a juicio oral y público acusado de “violación de domicilio”.


¿En que consistió esta “violación de domicilio”? Simplemente, en que el compañero Brodsky estuvo donde tenía que estar: en su lugar de trabajo y representación gremial, es decir, dentro de la empresa. Como la patronal se quería sacar de encima a este delegado, recurrió a una burda provocación fascista, iniciada no casualmente un 24 de marzo (de 1993), en el diario donde era columnista habitual el general Camps y donde después ‘trabajó’ el subcomisario Luis Patti.


Como no podía ser de otra manera, entre los abogados de la patronal figura quien fuera el secretario de justicia de Videla, el doctor Roberto Durrieu.


Es decir, este juicio es un alevoso ataque contra el movimiento obrero en la persona del compañero Brodsky, pero con métodos ‘legales’.


El juez de la causa, Dr. Larrain, quien en tres oportunidades ha sobreseído a Brodsky, ha recibido la orden de la Cámara (instancia superior) de procesar al compañero. En este marco, el juez ha resuelto ahora rechazarle a éste todos los testigos que aportó para la causa, tras un pedido en el mismo sentido de la empresa. Se marcha a un juicio donde el acusado no tiene derecho a apoyarse en testimonios que lo defiendan.


Es un deber de toda organización, institución, sindicato o partido que se reclame defensor de las libertades democráticas, de toda comisión interna o centro de estudiantes, de todo delegado o trabajador consciente, de pronunciarse frente a este ataque videlista de la embajadora itinerante de Menem, denunciar esta persecución, y organizarse y movilizarse a la sede del juzgado el día del juicio, martes 15 de octubre a las 9 horas, en Lavalle 1640 (juzgado correcional Nº 10, secretaría 74).


Hay que pulverizar la prepotencia fascista de los enemigos del movimiento obrero.