Un acto de piratería internacional

La detención del dirigente del Mtp, Gorriarán Merlo, en México, tiene todas las características del secuestro y se parece como dos gotas de agua a los operativos conjuntos que ejecutó en su momento la dictadura militar en combinación con los gobiernos y ‘servicios’ de otros países.


Gorriarán fue secuestrado por comandos argentino-mexicanos y trasladado en secreto, sin que interviniera ninguna autoridad judicial. A la víctima se la privó del principal derecho ‘liberal’, la defensa en juicio. El procedimiento utilizado es el mismo que el gobierno norteamericano se arrogó para sí mismo cuando estableció su derecho a secuestrar ciudadanos en otros países. Que la jauría capitalista celebre esta vulneración del derecho internacional cuando se celebra el cincuenta aniversario de las Naciones Unidas, ilustra mejor que nada la hipocresía de las conmemoraciones.


Gorriarán ha sido privado de un derecho que, sin embargo, se le reconoció al súper-criminal Suárez Mason, quien fue extraditado a Argentina luego de un juicio en una Corte de Miami. Pero a diferencia del chacal que comandó el 1er. Cuerpo de Ejército en 1976-79, Gorriarán va a ser juzgado ahora en Argentina por una justicia que colaboró con el gobierno militar, cuando no fue directamente designada por él; ninguna corte judicial seria hubiera autorizado una extradición en esas condiciones, o hubiera limitado fuertemente las atribuciones de la justicia argentina. Gorriarán fue secuestrado precisamente para evitar la vigencia del derecho internacional.


El alojamiento del detenido en instalaciones del ejército es otra violación del derecho, pues se encuentra fuera del control judicial. En Argentina siguen imperando los procedimientos de la dictadura. Está claro que no existiendo ninguna posibilidad de que los amigos o compañeros de Gorriarán puedan liberarlo del cautiverio por medio de una acción comando, los procedimientos que usa el menemismo constituyen una advertencia contra los luchadores populares y una tentativa de reforzar las atribuciones políticas y la capacidad represiva del gobierno en el marco de una situación nacional convulsiva.


El saludo general con que la democracia ha celebrado este secuestro y este acto de piratería internacional, la califica mejor que otra cosa.