Un fallo histórico contra la multinacional Ford por delitos de lesa humanidad

Condenaron a prisión a dos directivos de la empresa por los secuestros y torturas contra trabajadores en la planta de General Pacheco durante la dictadura.

El Tribunal Oral Federal N°1 de San Martín, en un fallo histórico, condenó a tres imputados, dos de ellos civiles ex directivos de Ford Motors Argentina, por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico-eclesiástica-militar.


Pedro Müller -gerente de manufactura de la empresa al momento de los hechos-, Héctor Sibilla -quien era gerente de seguridad- y Santiago Omar Rivero, entonces comandante del Comando de Institutos Militares en Campo de Mayo, fueron condenados a 10, 12 y 15 de prisión respectivamente, por ser partícipes necesarios de los secuestros y torturas de las 24 víctimas, trabajadores y delegados de base de la fábrica Ford de General Pacheco durante el terrorismo de Estado.


Tanto Müller como Sibilla deberán cumplir condena en cárcel común, una vez que la sentencia quede firme.


Mientras la prensa internacional (CNN, New York Times, Reuters, The Guardian) dieron cuenta del fallo, la empresa –como durante todo el proceso- se mantuvo en silencio.


Cabe destacar este fallo histórico, ya que es la primera vez que los directivos de una empresa multinacional (en este caso Ford Motors Argentina) son condenados como “partícipes necesarios” del plan sistemático del terrorismo de Estado. Es decir que el personal jerárquico, no solo fue cómplice de la dictadura, sino responsable necesarios en los secuestros y torturas. Este fallo sienta además un precedente histórico en relación a las empresas y la violación a los derechos humanos, que en el caso de Ford entregó más de 90 Falcon verdes sin patente al Ejército, las listas con trabajadores y delegados a ser secuestrados y prestó sus instalaciones para desaparecerlos y torturarlos.


La justicia llega 42 años después, impidiendo que en el banquillo de los acusados también estuvieran el ex presidente de Ford Juan María Courard y el ex gerente Guillermo Galarraga, ambos fallecidos. Los sucesivos gobiernos trabajaron sistemáticamente contra el avance de las investigaciones sobre las patronales, incluido el kirchnerismo, durante el cual CFK realizó una visita a la planta de General Pacheco saludando las inversiones de la patronal y sin mención alguna a los desaparecidos y torturados.


Después de cuatro décadas de lucha, de tres años desde que la causa fue elevada a juicio y de uno de audiencias y testimonios, la sala del TOF de San Martín se llenó de víctimas, familiares, organizaciones de Derechos Humanos y organizaciones sociales y políticas para escuchar la sentencia. Durante todo este año, el valioso aporte de los ex delegados y trabajadores fue esencial para lograr la sentencia a los responsables civiles, mostrando la importancia de la continuidad de la organización y la lucha para condenar a los responsables.


La tenacidad de los delegados y trabajadores torturados y secuestrados de la fábrica de la Ford Motors Argentina en Pacheco durante todos estos años, contrasta fuertemente con el silencio y el rol de la actual conducción del Smata, sindicato al que pertenecían las víctimas al momento de su secuestro -que aún hoy, no ha salido a pronunciarse sobre el tema. Tanto es así que Smata no se presentó como querellante de la causa, estuvo ausente en todo el proceso del juicio y nunca acompañó a las víctimas.



La fortaleza de quienes se enfrentaron a la dictadura en su fábrica, que denunciaron por primera vez los hechos en los años ‘80, luego en los juicios por la verdad y finalmente cuando se reabren los juicios de lesa humanidad, fue clave para conseguir esta condena histórica. Este fallo es su más preciada conquista y un triunfo para todos los trabajadores.


Fue Ford. Juicio y castigo a los genocidas militares, civiles, empresariales y eclesiásticos. Cárcel común, perpetua y efectiva para todos los genocidas. 30 mil compañeros desaparecidos- detenidos, presentes.