El pasado domingo 5 de julio, a la altura del kilómetro 6 de la ruta 226 en Mar del Plata, un oficial de policía que iba en moto asesinó a Brandon Romero, un joven panadero que se encontraba en moto con sus amigos.

El policía disparó al joven dos tiros en la parte baja de las piernas y uno en el hombro, lo que hizo que Brandon cayera al suelo y fuese atropellado por un vehículo, el cual, según la versión policial, se dio a la fuga y aún no pudo ser identificado. Testigos y familiares desmienten que la víctima haya tenido intenciones de robar y exigen la investigación del caso.

El fiscal de la causa informó que hallaron varias vainas en el lugar de los hechos, por lo que resta determinar si todas fueron disparadas desde la pistola del oficial, que fue secuestrada, pero de todas maneras no se encontraron otras armas. Luego de la autopsia del cuerpo de Brandon, señalaron desde la fiscalía que “la primera impresión es que Romero recibió dos disparos en la parte baja de las piernas y otro en el hombro. El nivel de inmediatez, lo simultáneo de los balazos y que fue arrollado, hará difícil incluso pericialmente establecer la causa exacta de la muerte”.

En las últimas horas, la mamá de Brandon, Romina, publicó en su cuenta de Facebook que su hijo “Brandon Nerón Romero era panadero, trabajaba todos los días, no tenía antecedentes penales. Salió de mi casa porque que le insistieron para salir y al mediodía me dicen que me lo mataron por robar, es increíble que haya querido robar porque trabajaba y tenía plata guardada en casa. No necesitaba nada”.

Este nuevo caso de gatillo fácil se enmarca en un cuadro político donde los municipios le dan vía libre a los abusos policiales en los barrios, con la excusa de hacer cumplir la cuarentena. Mientras en las barriadas de Mar del Plata se profundiza la miseria y la asistencia del municipio de Guillermo Montenegro es nula, se prioriza el reforzamiento del  aparato represivo. Es una realidad que se vive en toda la provincia.

Desde el Partido Obrero exigimos justicia por Brandon, y reclamamos la investigación inmediata del hecho. Nos ponemos a disposición de la familia y amigos de Brandon para acompañar el pedido de justicia y que el oficial de policía sea juzgado.

Es fundamental el desmantelamiento del aparato represivo estatal y la apertura de todos los libros de las comisarías al control popular. Fuera la policía de los barrios.

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