Una denuncia implacable

Declaró Jorge Hospital, dirigente de Causa Ferroviaria Mariano Ferreyra y candidato de la lista Gris

El jueves 11 declaró Jorge Hospital, dirigente de la agrupación Causa Ferroviaria Mariano Ferreyra y candidato por la Lista Gris a secretario general de la seccional sur de la Unión Ferroviaria, en las elecciones del próximo 27 de noviembre. Su testimonio fue contundente contra Pedraza y la patota, y también contra los empresarios de Ugofe, con los cuales la burocracia estaba asociada en la explotación de los obreros tercerizados, y que fueron cómplices del ataque de la patota pedracista. Hospital hizo una denuncia magistral de la burocracia sindical ferroviaria delante de Pedraza y “El Gallego” Fernández, presentes en la sala.


Hospital es guardatrén de la dotación general del Roca. Explicó ante el tribunal el proceso de lucha de los tercerizados, la hostilidad de la UF contra su justo reclamo y las dilaciones del Ministerio de Trabajo. También describió el régimen de terror impuesto por la burocracia en toda la línea, la regimentación de la organización sindical y señaló a varios de los reclutadores de la patota. Los abogados defensores intentaron interrumpir su declaración, pero el tribunal rechazó sus impugnaciones. La declaración de Hospital fue valiosísima para esclarecer las motivaciones políticas y económicas del plan criminal perpetrado por la patota.


Jorge Hospital: “Participé de todo el proceso de lucha de los compañeros tercerizados. Luego del corte de vías que se hizo en julio de 2010, incluso integré la comisión que presentó los reclamos ante el Ministerio de Trabajo. El período de negociación duró por lo menos un mes y medio. Fueron negociaciones muy engorrosas. Especialmente, los que no tenían solución eran los despedidos. Su incorporación quedó en la nada. Finalmente, en una asamblea en Lanús, se decidió ir a cortar las vías el 20 de octubre”.


“El sindicato no sólo no apoyó jamás a los tercerizados: hicieron campaña en contra, entre los trabajadores y entre los usuarios. Pusieron pasacalles y carteles en lugares donde sólo la empresa puede autorizar a que se pongan. El sindicato operaba sobre los trabajadores de planta, diciendo que si efectivizaban a los tercerizados, no iban a poder entrar sus hijos”. En este punto, el abogado del “Gallego” Fernández pretendió que se le exhibieran a Hospital unas actas donde supuestamente figuran las gestiones de la UF para conseguir el pase a planta de los tercerizados. El tribunal no dio lugar al pedido. Más adelante, se pondría de manifiesto que en ésas no figuraba ni una sola línea sobre los tercerizados y que el defensor de Fernández mentía alevosamente. La declaración de Hospital era exacta.


Hospital denunció que los tercerizados no tenían estabilidad laboral, hacían los trabajos más pesados y cobraban un tercio de los salarios de convenio. “La finalidad de la tercerización -dijo- es pagar salarios inferiores a los de convenio y quebrar la unidad de los trabajadores”. Señaló que varias de las empresas contratistas constituían un fraude laboral, ya que pertenecían a los mismos grupos económicos que conforman Ugofe. Se refirió especialmente a la ‘cooperativa’ Unión del Mercosur, que “pertenece a la Unión Ferroviaria”. Su directorio lo integran altos dirigentes de la UF y la cuñada de Pedraza. Además, su sobrino trabajaba en la administración. “Echaron de la ‘cooperativa’ a trabajadores por reclamar ropa de trabajo y elementos de seguridad”. Esos trabajadores eran los únicos tercerizados afiliados a la Unión Ferroviaria. A través de Unión del Mercosur se canalizaban millones de pesos de la Secretaría de Transporte que iban directo a los bolsillos de la cúpula sindical.


Hospital señaló que todos los ingresos de personal eran manejados por el sindicato. “Desde que llegó Ugofe, el sindicato se convirtió en la oficina de personal de la empresa”. Y recalcó: “la máxima autoridad de la UF es José Pedraza”. Hospital describió varios antecedentes de violencia de la patota, poniendo de manifiesto que se trataba de una práctica sistemática, de la cual el crimen de Mariano fue su punto más alto y no una excepción. Entre otros episodios, Hospital contó que en octubre de 2010, poco antes del crimen de Mariano, fue atacado por seis matones mientras volanteaba los talleres de Escalada. “Los mismos que me agredieron fueron luego los reclutadores de la patota del 20 de octubre”. También señaló a Gabriel Sánchez, “El Payaso”, denunciado por sus compañeros de trabajo por ostentación de armas.


Finalmente, se le exhibieron a Hospital varias fotografías del día de los hechos. En ellas, identificó a Pablo Díaz, Francisco Pipitó, Gabriel Sánchez, entre los imputados, y a otros delegados, como Suárez, Piola, Carnovale, Arias, Miño y a Casas, “que ahora es supervisor”. Varias de estas personas deberían quedar imputadas al final del juicio. También identificó en ellas, a Héctor Hourcade, jefe de la división Transporte de Ugofe, mientras caminaba por las vías junto a Pablo Díaz y sus matones. Esa imagen, tomada por un fotógrafo de Clarín minutos después del asesinato de Mariano, demuestra que la empresa no fue ajena al plan criminal. Por el contrario, buena parte de su gerencia debería estar hoy compartiendo el banquillo de los acusados junto a Pedraza, su patota y los policías.


El testimonio de este luchador ferroviario -que impuso un enorme respeto en la sala- fue implacable.