Este martes por la mañana fuerzas policiales de la provincia se hicieron presentes en una toma ubicada frente al autódromo General San Martín en el barrio La Favorita al este de Ciudad, con un orden de desalojo solicitada por la fiscalía correccional a cargo del Fiscal Lauro Monticone y autorizada por la jueza María Julieta Espínola. Al momento de la publicación de este artículo, y sin comunicación de la fiscalía con los vecinos, dos topadoras se han hecho presente en el lugar. Además se han imputado más de una decena de vecinos que no solo afectados por la grave situación socioeconómica ahora también se pretende que carguen con expedientes judiciales.

Esta toma de terrenos se da desde el mes de enero en donde más de un centenar de vecinos en asamblea decidieron ocupar territorios baldíos de la zona dado el grave déficit habitacional que los atravesaba. Desde entonces con palos, cartones y nailon más de cien personas comenzaron a vivir en ese lugar. En ese momento los vecinos consiguieron reuniones con funcionarios del gobierno de la provincia y del municipio pero que resultaron infructuosos porque ninguno presentaba una solución inmediata y real al gravísimo problema habitacional que afectaba a las familias y cedían a la fiscalía las negociaciones en una clara orientación represiva.

Según estimaciones oficiales hay un déficit habitacional de más de 70 mil hogares. Esto es parte de una política de ajuste sistemático que se da sobre las familias más pobres de la provincia y que se profundiza año a año.

Esta situación en progreso es la expresión de una dura realidad que recorre la provincia. El déficit habitacional y las paupérrimas condiciones de vida a la que deben someterse miles de familias contrasta con las grandes cesiones de tierra y la especulación inmobiliaria.

Llamamos a todos los vecinos de la zona, a las organizaciones y al pueblo mendocino a solidarizarse con las familias que se encuentran en la toma. Repudiamos el desalojo y cualquier intento represivo de las fuerzas policiales. Abajo las imputaciones. Levantemos nuevamente el reclamo por tierra y vivienda, digamos no a la especulación inmobiliaria.

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