Libertades democráticas
14/3/2016
Vigencia de la movilización del 24 de Marzo
A 40 años del golpe genocida, movilicémonos contra la impunidad de ayer y de hoy. Abajo el pacto buitre. Fuera Obama.
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Foto Bernardo Cornejo
La movilización del 24 de Marzo tiene una vigencia extraordinaria por varias razones.
La primera de ellas es que, a 40 años de ocurrido el golpe, el genocidio continúa impune.
Fue necesaria una movilización popular incesante durante la dictadura y luego, contra las maniobras –leyes de impunidad, indultos- de todos los gobiernos que le sucedieron, para que al cabo de casi tres décadas hubiera algo parecido a “juicio y castigo”.
Como se ha dicho ya mil veces, estos juicios iniciados en 2006 se desarrollan a cuentagotas, juzgan en el banquillo a algunos jerarcas y un puñado de represores identificados por sobrevivientes y familiares y sus resultados son mezquinos en relación a la magnitud de los crímenes de que son acusados. Desde la Corte y desde el gobierno de Macri se alienta abiertamente la generalización del beneficio de la “prisión domiciliaria” para los genocidas.
Miles de militares y policías que actuaron bajo la dictadura aún continúan en funciones. Sin ir más lejos, dos connotados exponentes de aquella generación son “Jaimito” Stiuso y César Milani, protagonistas de la guerra de camarillas y servicios de inteligencia que eclosionó públicamente con la muerte del fiscal Nisman. La perpetuación del aparato represivo formado en la Escuela de las Américas, en los planes Conintes y Cóndor, en la Doctrina de la Seguridad Nacional y la “guerra contra la subversión”, está en la base de su putrefacción actual.
Todos los gobiernos recurrieron a sus servicios para enfrentar crisis políticas. Alfonsín, tras aplastar el copamiento del cuartel de La Tablada, para respaldar el Estado de Sitio contra los saqueos provocados por la hiperinflación. Menem se asoció para el contrabando de armas y para reprimir las puebladas en Santiago del Estero, Cutral Có y el norte de Salta. De la Rúa recurrió a la SIDE y a los escuadrones de la Federal para acometer un baño de sangre contra el Argentinazo. Duhalde hizo lo propio en la Masacre de Avellaneda. Los K montaron un aparato de inteligencia con sede en Campo de Mayo para espiar a las organizaciones obreras y populares e involucraron decididamente a la Gendarmería y a las Fuerzas Armadas en la “lucha contra el narcotráfico”, en sintonía con los lineamientos del Departamento de Estado yanqui.
En la víspera de este 40 aniversario, volvemos a denunciar la complicidad de la burguesía, de sus partidos, de la Iglesia y del imperialismo con el golpe genocida.
La movilización del 24 de Marzo es una caja de resonancia de los reclamos democráticos y sociales de los trabajadores y la juventud. El kirchnerismo intentó estatizarla a través de la cooptación de organismos de derechos humanos y declaró feriado el 24. El frente único de organismos y partidos de izquierda reunido en el Encuentro Memoria Verdad y Justicia defendió durante todos estos años su independencia frente al Estado. Una divergencia estratégica, que este año nuevamente se expresará en la disputa por la Plaza.
En el acto del Encuentro, la lucha de los 30.000 desparecidos será reivindicada junto a las luchas actuales que enfrentan al ajuste y la represión del gobierno nacional y los gobiernos provinciales.
Vamos a Plaza de Mayo a respaldar a los obreros de Cresta Roja, a los municipales de La Plata, a los docentes de Santiago del Estero, a los trabajadores de la construcción y los municipales de Santa Cruz; a los compañeros de ATE Mendoza procesados; a repudiar el “protocolo” represivo de Macri-Bullrich y los gobernadores y a las leyes antiterroristas de los K. Vamos en apoyo a las luchas de estatales, bancarios, metalúrgicos y periodistas contra los despidos.
A 40 años del golpe genocida, movilicémonos contra la impunidad de ayer y de hoy. Abajo el pacto buitre. Fuera Obama.
Ni olvido ni perdón.