Luego de que Iván relatara valientemente en el programa televisivo Minuto Uno las torturas que recibieron él y su amigo Ezequiel, integrantes de la Garganta Poderosa, por parte de la Prefectura Naval en la Villa 21-24, esta fuerza represiva volvió a la carga con nuevas amenazas y apremios.

De regreso del programa, Iván fue a jugar a la pelota y de allí se dirigió a su casa. En el camino vio que dos Prefectos golpeaban a un chico contra la pared de la Casa de la Cultura y se detuvo para defenderlo, en ese momento escuchó a los efectivos decir “Ahora van a cobrar todos, por habernos escrachado en los medios”.

Cuando los prefectos registraron la presencia del joven, según publican en la página de La Garganta Poderosa, la situación se dio de la siguiente forma: “-¿Qué mirás?, -Nada, pero no le hagas nada al pibe, porque yo los denuncié, -¿Así que fuiste vos, pedazo de hijo de puta? Empezá a correr”. Luego se produjo una persecución, Iván empezó a correr mientras un prefecto lo perseguía intentando sacar el arma (https://www.facebook.com/La-Garganta-Poderosa-213440425391495/?fref=ts)

Desde la organización lograron fotografiar al prefecto responsable de estos atropellos, exigen que se conozca su nombre y las medidas que tomarán las autoridades para garantizar el derecho a la vida de los pobladores de la Villa.

El Estado es responsable

El 24 de septiembre, Ezequiel (15) volvía de visitar a su abuela, cuando miembros de la Policía Federal lo pararon para revisarlo; su amigo Iván (18), que pasaba por ahí paró para saludarlo, fue retenido y golpeado por un oficial. Sin “resultados” en la requisa, los chicos fueron liberados para ser detenidos nuevamente a pocos metros la Prefectura, que los llevó hasta un descampado lindero al Riachuelo, donde diez prefectos los golpearon e insultaron. Tras estos apremios les robaron las camperas y los esposaron a un caño disparando varios tiros al aire. Luego hicieron simulacros de fusilamientos con ellos: "corran rápido o van a ser boleta".

Es evidente que la detención de los prefectos directamente involucrados en los hechos denunciados inicialmente, no ha cambiado en nada el modus operandi del que se valen las fuerzas represivas para amedrentar a la población. La complicidad silente desde lo más alto del poder con este accionar represivo, devela que el Estado capitalista instrumenta estos abusos contra la población para mantener a raya a quienes pelean por sus derechos.

La Ministra de Seguridad Patricia Bullrich tiene que asumir la responsabilidad política por las razzias y demás atropellos contra la juventud y la población de las Villa 21-24. La responsabilizamos por la vida y la integridad de Iván, Ezequiel, sus familias y compañeros de militancia.

Justicia por Iván y Ezequiel

Basta de atropellos represivos contra la juventud

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