Acampe Piquetero en Rosario y movilizaciones en toda la provincia de Santa Fe

Miles de compañeros del Polo Obrero y otros miles de la Unidad Piquetera siguen acampando frente a la sede de Gobernación.

Foto: Marcos Barrionuevo

Luego del corte total de la Autopista Rosario – Buenos Aires y la serie de cortes de ruta que se dieron en el Cordón Industrial, Tacuarendí, Las Toscas y Santa Fe Capital el pasado miércoles, miles de compañeros del Polo Obrero y otros miles  de la Unidad Piquetera siguen acampando frente a la sede de Gobernación luego de movilizarse en la ciudad de Rosario, como parte del plan nacional de lucha que está llevando adelante la Unidad Piquetera frente a la negativa del gobierno a dar respuesta a las reivindicaciones del movimiento de desocupados.

 

 

Esta jornada sucede mientras el presidente Alberto Fernández “inaugura” en la provincia parques industriales fantasmas, sin dar ninguna declaración respecto de las últimas movilizaciones piqueteras o de las cifras que se dieron a conocer que en el país,  que arrojan que hay más de 17 millones de pobres en el país, respaldando la justeza de las enormes movilizaciones del Polo Obrero que reclaman por la universalización de los programas sociales, el aumento de sus montos y el trabajo genuino, a partir de un plan de obras públicas para construir 1 millón de viviendas. En la provincia de Santa Fe, los números de la pobreza escalan al 38,6% de la población, siendo aún más altos que la media nacional.

 

El gobierno de Omar Perotti no hace más que profundizar la situación de hambre y miseria de los trabajadores santafesinos, recortando en educación (con escuelas y comedores escolares que hace meses no tienen gas) salud, y obra pública. El intendente rosarino Pablo Javkin también hace su parte en Rosario, con un recorte en la línea de colectivos y un aumento de los impuestos municipales,  mientras una gran parte de la población debe subsistir con salarios pulverizados por debajo de la línea de pobreza.

 

¡Viva el acampe piquetero!
Abajo el ajuste de los gobiernos y el FMI