Argentina Trabaja: enferma, contamina y mata

Trabajo sí, contaminación no

Chiquito

No decimos ninguna novedad cuando afirmamos que el Riachuelo que rodea la Ciudad de Buenos Aires es uno de los cursos de agua más contaminados del mundo.

Desde hace más de 50 años, los capitalistas que tienen sus fábricas a la vera del río vuelcan sobre el agua sus desechos industriales y cloacales.

Según la Corte Suprema de Justicia y todas las organizaciones ambientalistas nacionales e internacionales en el lecho del Riachuelo y en sus costas hay altísimos niveles de residuos tóxicos (asbesto).

Según un estudio hecho por Greenpeace, citado por Página/12 (17/4), la cuenca del Riachuelo contiene esta sustancia (asbesto), la cual según la Organización Mundial de la Salud es altamente cancerígena y se cobra, en el mundo por año, unas 100.000 vidas humanas por enfermedades como el cáncer de pulmón, pleura, etc.

A lo largo de su lecho y arrastrados por la bajante, hay además cromo, plomo, cadmio, mercurio y arsénico.

Según el presidente de la Academia Argentina de las Ciencias del Ambiente, Raúl Estrada Oyuela, “el lento flujo (del río) aumenta la acumulación de contaminantes en su lecho” (Clarín.com, 6/4).

Por otro lado, las altas y bajas de la cota del río depositan en sus costas todos estos contaminantes.

El contacto o la exposición a estos elementos puede producir, entre otras, estas enfermedades: diarreas, dolor de estómago y vómitos severos; fractura de huesos; fallos en la reproducción y posibilidad incluso de infertilidad; daño al sistema nervioso central; daño al sistema inmune; desórdenes psicológicos; posible daño en el ADN o desarrollo de cáncer.

Sobre la ribera de esta cloaca al aire libre, trabajan todos los días decenas de compañeros del programa Argentina Trabaja que (tal como lo muestra la foto tomada el lunes 25 de abril en Lanús) realizan sus tareas sin ninguna protección.

Tampoco la tienen quienes trabajamos sobre arroyos y a la vera de campos, rutas y pastizales.

Ante los reclamos de varias cuadrillas por elementos de trabajo, la respuesta es siempre la misma: “no hay presupuesto”.

El gobierno “nacional y popular” se jacta del crecimiento récord y de que las arcas están llenas.

Para el pago de la deuda externa y los subsidios a los capitalistas no faltan fondos.

Sobran los recursos, entonces ¿por qué trabajamos en estas condiciones? El problema es que la precarización laboral es parte fundamental del “modelo” productivo de Cristina, la que igual que las tercerizaciones (recordar la lucha de los ferroviarios) es requerida por los patrones para sostener su tasa de ganancia.

A 64 días de la declaración de los derechos del trabajador del primer gobierno peronista (Nº 4, derecho a las condiciones dignas de trabajo; Nº 5, derecho a la preservación de la salud), el kirchnerismo es el abanderado del trabajo precario y de la violación de los convenios y derechos.

De esto tampoco habla la llamada oposición.

Ni el PJ de Duhalde ni la UCR, ni Sabbattella (que tienen concejales en el conurbano) han presentado un miserable pedido de informes sobre este ataque a la salud de los trabajadores, ni la CGT ni la CTA consideraron hacer, este 1º de Mayo, un reclamo por los 150 mil trabajadores precarizados, fuera de convenio, en negro y contaminados que conformamos el AT.

Organicemos los reclamos

Como quedó demostrado en las recientes luchas de los ferroviarios tercerizados, es posible cambiar nuestras condiciones de trabajo si nos organizamos y luchamos por lo nuestro.

Los trabajadores del AT tenemos que organizarnos porque de eso depende no sólo nuestro miserable ingreso (1.200 pesos ¡congelados desde 2009!), sino nuestra propia vida y la de nuestras familias.

Sin baños, sin vestuarios, sin ropa adecuada para cada tarea, llevamos la contaminación a nuestras casas y a nuestras familias en nuestras zapatillas y en nuestra ropa.

La tarea urgente es elegir delegados y levantar un pliego de reclamos, conformar comisiones de salud y seguridad laboral.

Horario reducido a 6 horas para tareas insalubres y peligrosas.

Cursos de capacitación en seguridad laboral e higiene, capacitación en tareas de riesgo y salario de convenio acorde a la tarea.

Baños y vestuarios para los y las trabajadoras del programa.

Entrega de los elementos de seguridad correspondientes para cada caso, guantes de seguridad anticortes, cascos, borceguíes, trajes descartables para tareas peligrosas, máscaras antigases tóxicos y lo que cada comisión de salud y seguridad laboral proponga.

Pero el problema no termina aquí, ya que muchos de nosotros vivimos a la vera de esta inmundicia llamada Riachuelo -algo que compartimos con más de 5 millones de argentinos que vivimos, respiramos y tomamos agua de pozos contaminados por napas que bordean este curso de veneno y contaminación.

Tenemos que reclamar en asambleas junto a nuestros vecinos un estudio epidemiológico, atención médica y sanitaria para todos los vecinos de la cuenca Matanza-Riachuelo, su limpieza definitiva y el control obrero de las fábricas para terminar con la contaminación y el envenenamiento de vecinos y trabajadores.

• Basta de precarización laboral, que, además de eliminar conquistas y abaratar salarios, mata.

• Pase a planta, convenio y salario mínimo igual a la canasta familiar.