El viernes 19, en Constituyentes y Roca, localidad de Florida Oeste, partido de Vicente López, los compañeros del Polo Obrero nos reunimos con los vecinos del barrio para discutir los problemas que nos afectan.

Uno de los temas más planteados fue el dengue, una enfermedad que nos está tocando de lleno. En este barrio, los vecinos se acercaron a comentar que hay muchos infectados en la zona, que los médicos solo dan paracetamol por orden del gobierno; nos explican que así no se puede seguir más, que hoy todo cuesta el doble, que lo único que aumentan son los sueldos de los Senadores y que el salario del trabajador disminuye cada vez más.

Cansados de tanta desigualdad, los vecinos nos preguntaban si podíamos volver; y nos decían que la idea de una olla popular venía bien en el barrio, ya que las organizaciones como el MTR y el Evita ya no sostienen comedores porque no cuentan con la ayuda en mercadería que baja el gobierno.

En los intercambios, hicimos hincapié en que la ministra Petovello debe volver a dar la mercadería que se le ha quitado a más de 45 mil comedores populares, ya que cada vez más familias vienen a comer. Desde el Polo Obrero de Vicente López presentamos un petitorio para ser llevado al municipio, con las quejas de los vecinos del barrio, para pedir vacunas para todos los que ya fueron contagiados de dengue, fumigación, limpieza de zanjas, corte de pasto (donde se crían las larvas).

También se acercaron a hablarnos jubilados y estudiantes, que señalaban que hoy nos toca cargar con el peor gobierno y nos daban su apoyo expresando que no se entiende cómo llegó este tipo a ser presidente, que nos quieren matar a todos de hambre, que es un vende patria; y nos fueron expresando su descontento.

Un jubilado que nos relató su historia dijo que trabajó toda su vida en una fábrica y cuando le dieron su jubilación le otorgaron la mínima, siendo que aportó toda su vida; nos cuenta que le toca pelear ahora por PAMI ya que por orden del gobierno le quitaron los remedios para su enfermedad de huesos y que sin ellos puede llegar a morir.

Los pibes y los estudiantes nos contaban que ya ni ir al colegio pueden, que no hay plata para libros, mucho menos para viajar, para lo más cotidiano y necesario que ellos necesitan para poder estudiar y seguir adelante.

Nos abrazan y felicitan por ser uno de los partidos que no se rinde y que sigue de pie.

Por que así, en el Polo Obrero y en el Partido Obrero salimos siempre con la clase obrera a lucharla, pese a cada piedrazo, a cada balazo, ahí estamos. Nunca mejor dicho, “poniéndole el pecho a las balas”.

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