Bahía Blanca: el problema del acceso al gas en las barriadas populares

Arranca el invierno y el 30% de los habitantes del partido de Bahía Blanca no tienen acceso a la red de gas natural (Encuesta Permanente de Hogares – Indec, 2019). De esa cantidad de familias, una enorme porción se concentra en las barriadas populares de Bahía Blanca. Vienen sufriendo la desidia del gobierno municipal, en el medio de una cuarentena que ha obligado a los vecinos a un confinamiento sin garantías de poder asegurar las necesidades básicas del hogar, entre ellas, el gas envasado.


Como si los vecinos vivieran en el siglo XIX, el gobierno municipal de Héctor Gay (Cambiemos) se limita a repartir leña como combustible, dejando la tarea al arbitrio de los punteros de turno que la manejan a discreción, llegando incluso a venderla. Por su parte, las familias denuncian que el plan Hogar no está funcionado por dos motivos: el primero es el sobreprecio de las garrafas, que les hace imposible adquirirlas y el segundo es que el plan contempla la compra de una unidad por mes, mientras que de acuerdo al consumo real de una familia, esa garrafa sólo alcanza para una semana.


La contradicción no podría ser mayor: Bahía Blanca se encuentra rodeada de plantas que producen, envasan y distribuyen gas al resto del país, con millones de metros cúbicos viajando por tuberías subterráneas desde el puerto local al resto de la provincia. Pero oficialismo y “oposición” se pasan la pelota sin definir una sola política que dé respuestas a los vecinos más carenciados, que necesitan con urgencia las garrafas necesarias para cocinar y calefaccionarse.


Por esta misma razón, desde el Polo Obrero reclamamos que el gobierno municipal garantice el reparto de garrafas en los barrios carenciados y que el gobierno nacional amplíe el plan Hogar y actualice su monto.


Los vecinos de los barrios pobres no necesitan que el represor Berni vaya a “cuidarlos”, sino urbanización, agua potable, gas, cloacas. Reclamamos al gobierno provincial un plan de obras públicas, con trabajo bajo convenio y todas las medidas de bioseguridad necesarias.


Sin gas no hay invierno posible. Con hambre no hay cuarentena.