Ya son varias las denuncias por parte de docentes y estudiantes respecto a las viandas que venía entregando el Ministerio de Educación a los colegios. El gobierno de Rodríguez Larreta viene en la línea de seguir ajustando a la educación. En los últimos meses, se puso de manifiesto que las viandas escolares son un claro ejemplo de ello.

Cabe señalar, por un lado, que las viandas solo la reciben una cantidad reducida de niñes y adolescentes que asisten a escuelas con comedor o refrigerio, incluso en esos casos tampoco llega a la totalidad de los alumnos que la requieren y necesitan. Por otro lado, ha sido de público conocimiento las denuncias en varias escuelas de la ciudad respecto a la entrega de viandas con alimentos en estado de putrefacción, hongos, etc.

La llegada del coronavirus y la profundización de la crisis agravan esta problemática. Con el comienzo de la cuarentena el gobierno de Rodríguez Larreta tomó la decisión de reemplazar las viandas por bolsones miseria que los pibes retiran cada 15 días. En algunos colegios solo pueden retirarlo aquellos chicos que están becados. La mercadería que se entrega en las escuelas con jornada simple no es la misma que la de jornada completa en el nivel inicial y las restricciones se repiten para el nivel medio. Estos bolsones se encuentran aún más lejos que la vianda de cubrir las necesidades de alimentación básica para los 15 días que no se entregó: en algunos casos los bolsones cuentan con una leche, una caja de té, azúcar y algunas frutas. Habría que preguntarles a los funcionarios del gobierno de la ciudad si pueden alimentar a sus hijos 15 días con estos insumos.

En esta situación de crisis un sector importante de la clase obrera precarizada, que manda a sus hijos a escuelas con asistencia alimentaria, perdió posibilidad de generar ingresos y en algunos casos fueron despedidos. El pago del subsidio de $10.000 está siendo retrasado, y la asistencia alimentaria no está llegando a los barrios. Mientras la inflación no cesa y cada vez se hace más difícil comprar alimentos como la carne, el pollo, huevos.

Es en este contexto que el gobierno de la Ciudad en lugar de reforzar la asistencia a los sectores más vulnerables, la recorta. El ajuste del presupuesto en educación que la comunidad educativa viene denunciando hace años hoy golpea más fuerte que nunca a los que más necesitan.

Miles de familias trabajadoras se están organizando junto al Polo Obrero en reclamo de un aumento inmediato de la mercadería que llega a los comedores populares. Desde la Juventud del Polo Obrero estamos impulsando una campaña de empadronamiento en todos los barrios y colegios de la ciudad para que la ayude alimentaria llegue a todos los estudiantes estén becados o no. Llamamos a toda la juventud, a las organizaciones estudiantiles y a los centros de estudiantes a sumarse a esta campaña y denunciar el ajuste en educación que se está llevando a cabo y reclamamos que la ayuda alimentaria en las escuelas sea universal teniendo en cuenta la situación extraordinaria.