Campaña de los Cayetanos: una adaptación al ajuste del Frente de Todos

Las organizaciones sociales oficialistas refuerzan la campaña del gobierno sin un balance ni salida ante la crisis económica y social.

Las principales organizaciones sociales nucleadas en el espacio conocido como Triunvirato Cayetano acaban de realizar un acto de campaña en apoyo a las listas del Frente de Todos, junto al exministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo. Tras el desplazamiento en las principales candidaturas, los Cayetanos reeditan el discurso de la “economía del hambre” y la arenga contra el macrismo, sin un balance del retroceso social bajo el actual gobierno, ni del ajuste en marcha.

El acto realizado en Parque Lezama, este sábado 28, contó con la participación del Movimiento Evita, Somos Barrios de Pie y la CCC, entre otros, y con la intervención de Daniel Arroyo, precandidato a diputado nacional n°12 y Daniel Menéndez, precandidato a diputado nacional n°16 de la lista del Frente de Todos.

Bajo la consigna “La salida es con trabajo”, se destacaron propuestas como créditos blandos para los pobres, financiación de proyectos productivos de la “economía popular” y la reivindicación de políticas oficiales de contención que no han logrado revertir el cuadro de miseria, hambre y crisis habitacional del país.

Quienes participaron, destacaron la gestión del exministro Daniel Arroyo y la política del gobierno bajo la pandemia. Recordemos que Arroyo comenzó su gestión con la crisis de las denuncias por sobreprecios en los alimentos, lo que fue utilizado luego para escamotear la provisión de alimentos e insumos a los comedores populares, en medio de la pandemia. En tanto los planes sociales se mantuvieron en montos de miseria, negándose su universalización, lo obliga al movimiento de desocupados a salir a la calle. La política de ajuste del gobierno nacional, con Alberto Fernández a la cabeza, implicó un salto en la desocupación, la escalada de los precios y el retroceso del poder adquisitivo de los trabajadores a costa de la rentabilidad patronal.

Como con Macri, más deuda para desendeudarse

Los oradores no pudieron soslayar la crítica situación económica que vive el país y el crecimiento de las necesidades populares, aunque remitiendo la responsabilidad al anterior gobierno y/o a la pandemia.

Arroyo hizo mención a unos de sus principales planteos de campaña: créditos blandos para que los pobres paguen sus deudas… endeudándose. “No puede ser que todo el mundo deba plata y que uno arranca el mes de menos diez, debiendo plata, y toma crédito en un lado y otro y toma plata de uno y otro. Tenemos que crear un sistema de crédito no bancario, de enserio, para desendeudar a las familias”, señaló.

La arenga del exministro parte de reconocer el fracaso del compromiso oficial de priorizar a los más vulnerables, ya que el estado de endeudamiento permanente es resultado del empobrecimiento de millones de trabajadores. Incluso, el gobierno acaba de relanzar su línea de créditos baratos al consumo, pero un 30% de la población –los pobres- no pueden acceder a ella ya que no se encuentran bancarizados.

La propuesta de Arroyo no resuelve con qué se pagarían, eventualmente, estos nuevos créditos. Como lo hacía Macri, y lo hace el gobierno con las entidades financieras locales, la salida sería tomar crédito para pagar crédito. Además, se haría con recursos de la Anses, lo que seguiría con la línea vaciamiento de la caja de los jubilados y de liquidación de las jubilaciones.

La salida de emergencia para los sectores más vulnerables no puede ser más endeudamiento, cuya base es el resultado de la política de ajuste de este gobierno y el predecesor. El Frente de Izquierda Unidad levanta la consigna de un seguro universal al desocupado, de $50.000, en tanto se generen los puestos de trabajo genuinos para cubrir así las necesidades básicas elementales de la población.

Una campaña sin trabajo ni vivienda

A su turno, Menéndez hizo una reivindicación de las políticas públicas empleadas en los últimos años, desde la Ley de Emergencia Social hasta la Tarjeta Alimentar y la gestión de Victoria Tolosa Paz en el Consejo de Políticas Sociales.

Como tantos otros de su espacio, hizo referencia a los 3 millones de trabajadores precarizados de la Economía Popular –eufemismo de la autoexploración sin derechos- para los cuales Arroyo defendió la inyección de fondos y la eliminación de intermediarios. Un “plan” similar al esbozado por Grabois, de repoblamiento del campo y minieconomías regionales descentralizadas, que deberían competir con grandes pooles de siembra, industriales y grupos capitalistas concentrados: una utopía reaccionaria y explotadora.

La referencia a la Ley de Urbanización de Barrios Populares y la creación el Renabap es una cuestión más que postergada. El gobierno solo avanzó en alrededor de la mitad de los proyectos anunciados para este año, sin que eso implique una verdadera urbanización de las villas del país. A su vez, han crecido los asentamientos en todo el territorio, los cuales ya no son relevados, y el gobierno ha respondido como en Guernica, con la represión de Berni y la judicialización de las recuperaciones de tierra. No hay acceso a la tierra, ni a la vivienda, más que en la lotería acotada de los créditos Procrear. Los alquileres, mientras, se fueron a la nubes, y son más los sectores obreros que se desplazan a los barrios más periféricos e inhabitables.

El Frente de Izquierda Unidad, en cambio, postula la defensa del trabajo genuino por medio de la reorientación de los recursos nacionales, partiendo del no pago de la deuda externa y un verdadero impuesto a las grandes fortunas, para implementar un plan de obras públicas y viviendas nacional, que cree cientos de miles de puestos de trabajo y atienda la urgente crisis habitacional. Se trata de una iniciativa que postula la defensa de los convenios colectivos de trabajo y una recomposición general de los salarios para llevarlos por arriba de la canasta familiar.

Una política de contención… sin soluciones

La Tarjeta Alimentar es otro de los instrumentos del gobiernos que se ha mostrado más que insuficiente, ya que no ha seguido la evolución del alza de los precios, que el propio Arroyo señaló en el acto, diluyéndose progresivamente al ritmo de la liberación de precios que el gobierno fue pactando con las patronales de la alimentación.

De allí que la mención al Consejo de Políticas Sociales que lideró Tolosa Paz carezca de significado progresivo: bajo ese Consejo crecieron las necesidades populares y sociales y faltaron las “políticas sociales”. El gobierno llegó a recortar parte significativa del suministro de alimentos por largos periodos de la pandemia e impulsó un subsidio de excepción que se cobró solo tres veces en siete meses de cuarentena oficial (el IFE).

La asistencia alimentaria a los comedores populares debe ser garantizada de inmediato, respondiendo a las necesidades urgentes de la población para que ningún chico y familia pase hambre. Y reivindicando la labor esencial protagonizada por los y las trabajadoras de comedores populares durante todos estos meses.

Está claro que estamos ante refritos que se han repetido durante estos casi dos años de mandato del actual gobierno y que no han redundado en ninguna mejoría para el pueblo trabajador. No hubo ninguna referencia directa a la política económica de este gobierno y a las negociaciones con el FMI, a dónde se destina gran parte –sino toda- la atención y recursos de este gobierno.

Los “límites” de estas corrientes, que se agrupan en la Utep, se expresan en su integración al Estado y este gobierno, de allí que sus iniciativas no apunten a resolver las cuestiones de fondo que genera la actual política oficial, sino a acompañar y “matizar” el retroceso civilizatorio y la carestía impuesta con el ajuste. En distritos como Moreno (PBA) son directamente gobierno, sin que esto redunde en un salto cualitativo respecto a las intendencias tradicionales del PJ.

Para darle una salida a los principales reclamos del pueblo trabajador es necesario reorientar los recursos nacionales en pos de satisfacer las demandas e intereses de los trabajadores. Algo incompatible con la defensa de las listas de los candidatos del ajuste y el FMI. Por eso debemos reforzar a fondo la campaña de Frente de Izquierda Unidad, para profundizar una salida de los trabajadores a la actual crisis.