Cómo frenar al facho Milei y al ajuste de Massa y el FMI

Movilización piquetera

Luego del proceso electoral, que concluyó con la abrumadora derrota del gobierno de Cristina Alberto y Massa, y el derrumbe electoral del macrismo, el gobierno asestó una puñalada trapera al conjunto de la población trabajadora, con una devaluación pactada previamente a las elecciones de agosto pasado, y que constituye un pacto espurio a espaldas del pueblo. A la devaluación, por supuesto, le siguió un aumento fuerte de los precios de los productos de primera necesidad, que golpearon el bolsillo de las y los trabajadores en forma brutal.

Los anuncios de Massa, una curita para un herido de guerra

Para los asalariados y para los que no tienen salario, los más pobres, los últimos de la cadena social, este mazazo fue impresionante, ya que dejó a muchísimas familias en la gran incertidumbre de cómo llegar a fin de mes o cómo hacerse de los alimentos necesarios para poder sobrevivir.

El cuadro dramático de por sí lo completa la falta de comida en los comedores populares, cuestión que la Unidad Piquetera viene denunciando casi en soledad, desde principio de año y que ahora han recogido varios medios, e inclusive ha sido motivo de una declaración de sectores de la Iglesia y de organizaciones oficialistas.

En el medio de la desesperación del partido gobernante para recolectar votos para las generales de octubre, en la semana siguiente se produjeron incidentes en negocios y, en algunos casos, de saqueos de algunos supermercados. Nadie sabe y no se conoce el origen de los rumores y de las iniciativas concretas, convocadas sobre todo por WhatsApp, pero es claro que había -y lo sigue habiendo- un caldo de cultivo para la desesperación de grandes masas de trabajadores y trabajadoras que efectivamente no tienen cómo alimentar a sus hijos, con trabajos precarios y con sueldos de 70.000-80.000 y 100.000 pesos, y jubilaciones de 110 mil, es claro que no se puede comer, viajar, mandar a los chicos al colegio y ni siquiera tener garantizado una de las cuatro comidas diarias que necesita una familia.

A las calles por nuestros reclamos

Desde el Frente de Lucha Piquetero, pero con la ausencia del resto de la Unidad Piquetera, entendimos que había que enfrentar este cuadro con la movilización popular. Reaccionamos rápidamente con un comunicado que rechazaba la desesperación del saqueo a los supermercados y dirigía sus fuerzas en torno de las organizaciones barriales, encaminando las energías a una movilización hacia el poder político, responsable de la situación social y económica que vivimos.

Como indicamos antes, una parte de la Unidad Piquetera no aceptó la invitación a intervenir y la convocatoria a discutir una acción común, las explicaciones fueron de variado tipo: falta de tiempo para reunirse, para balancear y la necesidad de repensar la victoria de la derecha.

Sin dejar de entender y compartir la preocupación de los compañeros, consideramos un error que la Unidad Piquetera, en este marco de devaluación y crisis social, no tuviera una acción común, más allá de los debates y de los balances absolutamente necesarios que desde el Polo Obrero y desde el Partido Obrero venimos haciendo también.

La acción por las reivindicaciones de las grandes masas de trabajadores precarizados y desocupados no puede demorar a riesgo de que el canal de la bronca popular termine siendo la desesperación, los saqueos y la estigmatización de aquellos que tienen enormes necesidades populares (y pasto para la derecha reaccionaria y para el ajuste del gobierno y el FMI).

Los anuncios del gobierno, una gota en el desierto

En los últimos días, el gobierno lanzó lo que algunos consideraban iba a ser una batería de medidas llamada “plan platita”, pero el dinosaurio parió un ratón: 10.000 pesos por mes para los programas sociales que no llegan a cubrir ni siquiera la devaluación. Ni hablar de la recuperación de lo que es la inflación que se viene acumulando en el año; se descartó la convocatoria al Consejo del Salario Mínimo y por lo tanto a un aumento en el Salario Mínimo Vital y Móvil, que también hubiera movido la jubilación mínima. La medida de un bono, tanto para jubilados como para los programas Potenciar Trabajo, solo por dos meses funciona de hecho como una extorsión a los trabajadores que tienen que votar y que intenta ser condicionado por este bono miserable que concluye y termina en octubre -es decir, el día de las elecciones o el mes de las elecciones.

De todas maneras, la miseria de este bono deja afuera a millones de personas y los que no tienen un programa Potenciar Trabajo, y que por lo tanto seguirán tratando de sobrevivir con salarios miserables o con changas que no llegan a cubrir mínimamente las necesidades vitales de una familia.

Tomado en su totalidad el resultado de la devaluación y la miseria de los bonos como compensación presunta, se trata de un ataque de conjunto contra los trabajadores.

Hay que responder con la organización y la movilización; ni la CGT ni la CTA han movido un dedo contra este derrumbe del salario y porque, según dice Hugo Yasky, movilizarse y luchar es favorecer a la derecha, es decir que la burocracia no cree en las fuerzas de la clase obrera y sí se somete a un gobierno que ha pactado con el Fondo y que liquida hasta las condiciones de vida más elementales de las masas.

Por un Plenario Nacional Piquetero

Desde el Polo Obrero planteamos la necesidad de abrir un debate del conjunto de las organizaciones del movimiento piquetero independiente, la Unidad Piquetera, las organizaciones que no la integran y las organizaciones de la Utep -como La Dignidad, La Soberana y Paritaria Social y Popular, entre otros grupos- que han mostrado voluntad de lucha contra el ajuste y han roto con la tregua de la dirección oficialista para discutir la necesidad de movilizarse y que tenemos que hacer los esfuerzos necesarios para unir fuerzas y discutir un plan de lucha para restablecer los alimentos en los comedores populares, por un aumento en el salario mínimo, que aumente el programa Potenciar Trabajo que le permita a nuestras compañeras y compañeros poder vivir.

Para esto tenemos una propuesta de carácter urgente, por la emergencia en la que se encuentran millones de personas, necesitamos un gran Plenario Piquetero Nacional que delibere y tome medidas para enfrentar el ajuste que no se detiene y que se va a profundizar en los próximos días.

Es necesario que este plenario se plantee acciones de lucha directa y una unidad de ocupados y desocupados inmediatamente, con un programa de reivindicaciones, un rechazo al ajuste del gobierno y el FMI, y la ofensiva antiobrera de Milei.

No hay mejor forma de enfrentar a la derecha y prepararnos para para un eventual gobierno de la derecha de Milei y Bullrich que movilizándonos y poniendo en la calle la fuerza de la clase obrera. Es claro que ni la CGT ni la CTA van a convocar a las masas a resistir este ajuste, pero la resistencia al ajuste es una condición imprescindible y necesaria para abordar el próximo período electoral, que puede desembocar en un gobierno antiobrero y fascista, pero que no puede ser un condicionante para luchar hoy contra el ajuste.

Vamos por un plenario nacional piquetero, vamos contra el ajuste de Massa y el FMI, y contra la amenaza antiobrera de Milei.

https://prensaobrera.com/movimiento-piquetero/9a-marcha-nacional-contra-el-gatillo-facil