Complot antipiquetero en Cipolletti

Todo empezó hace 20 días, cuando una compañera fue agredida por una integrante de Tesorería, por cuestionar una ausencia de bonos de gas y documentación.


Pocos días después, la CTD ocupó el Concejo Deliberante, exigiendo soluciones inmediatas, la incorporación sin excepciones al plan Jefes y Jefas de Hogar y la renuncia de secretario de Acción Social (hecho que provocó la reacción del funcionario). De la reunión con el Deliberante derivó una reunión con funcionarios provinciales. La asamblea del sábado siguiente resolvió enviar tres delegados; los compañeros más votados fueron los miembros del Polo Obrero.


Ante este œltimo hecho, el gobierno municipal lanzó una ofensiva contra la CTD y el Polo Obrero: mandó punteros, compró compañeros y armó un complot para destruir la organización y el programa de la CTD. Al regreso de la delegación de Viedma, se montaron diferentes provocaciones, amenazas, aprietes, denuncias, robo, persecución, situación que deriva en la internación de una compañera por un ataque de presión.


Como el comisario Franchiotti, el gobierno intentó mostrar esta situación como ôuna interna de piqueterosö. Pero, como a Franchiotti, nadie le creyó.


Un numeroso grupo de organizaciones obreras y populares denunció la campaña oficial de intimidaciones.


La división favorece al gobierno, renegar de los cortes de ruta favorece al gobierno, delatar a los compañeros a la policía favorece al gobierno, defender a los funcionarios y atacar a los luchadores favorece al gobierno. Contra todas las provocaciones, la CTD continœa levantando su programa: ÁQue se vayan todos! Fuera Verani-Arriaga-Bardeggia. ¡Por un nuevo Argentinazo! ¡Asamblea Constituyente Ya!