Con los piquetes conseguimos la luz, ahora sigamos por lo demás

El violento temporal-tornado del martes 9 por la noche afectó, fundamentalmente, a los barrios de los trabajadores, y entre ellos a las familias que aún no han podido construir una vivienda sólida, porque la desocupación o los bajos salarios no se lo han permitido.


Durante la madrugada del miércoles 10, recorriendo el barrio Santa Angela, constatamos lo que era una realidad en otros tantos barrios; en pocas cuadras habían volado los techos de más de 20 casas, había heridos (grandes y chicos), y muchos perdieron los electrodomésticos, la ropa, los muebles, etc., por la acción de la lluvia.


Datos oficiales aseguran que 3.000 familias quedaron sin vivienda en el distrito. En Spegazzini, una nena de 5 años murió cuando un gran árbol cayó sobre su vivienda, destruyéndola y aplastándola. En Tristán Suárez una mujer murió de un paro cardíaco al ver cómo se volaba su techo.


Los días miércoles, jueves y viernes fueron, para los damnificados, de larga peregrinación por las dependencias municipales; luego, largas “amansadoras” de 12 ó 14 horas para recibir 4 chapas y 2 tirantes (muy lejos de las necesidades reales de la gente).


Mientras tanto, en los barrios, la borrada de los punteros del PJ y la Alianza y de los funcionarios municipales era más que notoria; y a 72 horas del temporal y luego de infinidad de reclamos a Edesur, seguíamos sin luz eléctrica (sin agua, sin heladera, sin ventiladores, sin televisión). El viernes a las 21 horas la gente no aguantó más y en el barrio Progreso de Ezeiza se cortó la avenida Lacarra; en tres horas se sumaron a los cortes otros barrios, Canning, Santa Angela, ante la mirada impotente de los funcionarios y la policía que fracasaron en su intento de levantarlo. En 25 cuadras había 13 piquetes que cortaban, inclusive uno sobre la ruta provincial 52.


Al otro día, con algunos piquetes que se mantenían, las cuadrillas de Edesur devolvían la luz a los barrios que se rebelaron; no así en la zona de Tristán Suárez y La Porteña (de La Unión), donde los vecinos procedieron a cortar la ruta nacional 205, las vías del Roca y todas las calles interiores alternativas. Aquí los gobiernos municipal y provincial mostraron su verdadero rostro: con la policía local y el cuerpo de Infantería de La Matanza, reprimieron a los piqueteros, hubo heridos y 8 detenidos a quienes les inician causa penal.


El problema de la falta de luz se fue solucionando. La acción directa de los trabajadores fue un paso muy importante; queda planteado reforzar la incipiente organización de los barrios y pasar a coordinar acciones en común entre ellos, independientes de los partidos patronales y del aparato municipal.


Tenemos que seguirla para reclamar: un subsidio a cargo del Estado equivalente al total de las pérdidas de cada familia; obligar a las empresas de la zona a que empleen a los desocupados; un subsidio de 500 pesos para los desocupados, desde los 16 años; la reestatización de Edesur bajo control de los trabajadores (la privatizada cobra tarifas altísimas, intereses usurarios, corta el servicio a quien no puede pagar, y ante el temporal nos dejó en banda y no tomó nuevos trabajadores por la emergencia). Que se les dé la alimentación y la ropa necesaria a quienes lo necesitan. Luchemos por un salario mínimo de 600 pesos.