Córdoba: el valor organizativo que deja el congreso provincial por la vivienda

El debate estuvo nutrido por las vastas experiencias de lucha que abonan las conclusiones.

Este sábado se llevó adelante el precongreso provincial por la vivienda, en el marco de las tomas de tierra que se desenvuelven en el país, cuya mayor expresión se manifiesta en Guernica. Asimismo, los asentamientos en Córdoba dan cuenta de una crisis habitacional de larga data. Justamente, la convocatoria tuvo lugar desde media mañana, en el terreno de un barrio obrero, Cabildo, nacido al calor de la aguerrida ocupación de tierras con el Polo Obrero a la cabeza. La mesa congresal se compuso con las delegadas de las ocupaciones presentes.

La apertura estuvo a cargo de Emanuel Berardo, dirigente provincial del Polo Obrero, quién se ocupó de desarrollar, alrededor de la coincidencia del aniversario del crimen de Mariano Ferreyra (10 años) y el aniversario de la toma de Barrio Cabido (5 años), la necesidad de luchar contra un régimen social puesto al servicio de los interesas capitalistas, que privilegia los countries y los grandes emprendimientos inmobiliarios, en detrimento de las necesidades de lxs obrerxs ocupadxs y desocupadxs.

 

A su turno, Patricia, delegada de la toma de Ferreyra, relató los violentos intentos de desalojo que padecen, donde fueron detenidas y tratadas “como el peor criminal”. También relató cómo sufren la discriminación de una parte de la sociedad que “nos manda a trabajar”, en un contexto de pandemia que expulsa del mundo laboral a muchos de los sectores más precarizados.

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Del mismo modo, Victoria, joven delegada de otras de las tomas de ampliación Cabildo, describió cómo las topadoras y la represión policial son política de Estado para el gobierno de Juan Schiaretti. Sin solución habitacional, el hostigamiento es la constante: “tenemos que aguantar que todas las noches caiga la policía”, “no tenemos prácticamente descanso”.

 

Soledad, también en la mesa congresal, remarcó que se trata de una lucha donde la gente sabe que se tiene que quedar, resistir, “si la necesidad está, están lxs compañerxs”. Reafirmando la demanda de tierra que tienen las familias, mientras avanzan los especuladores.

 

 

El Congreso recibió el saludo de Cintia Frencia, concejala electa del PO-FIT, quien destacó el método de la ocupación de tierras como método histórico de la clase obrera para obtener su vivienda. Lo confirman los 200 barrios populares reconocidos por el gobierno y sus organizaciones amigas, que son solo una muestra de cómo está constituido el mapa habitacional de la provincia, dado que no refleja el total de los barrios obreros producto de la lucha –caso de Cabildo, que no figura en el registro oficial.

Finalmente, el saludo de Soledad Díaz, legisladora del PO-FIT, señaló el contraste entre las ocupaciones de tierra que llevan adelante los trabajadores, cuyo único interés es un techo para las familias, y las verdaderas ocupaciones ilegales que afectan el país: la de los terratenientes como Benetton que acaparan la Patagonia, desplazando a las comunidades, así como la de lujosos emprendimientos inmobiliarios, que arrasan con el fuego nuestras sierras y biodiversidad.

 

 

En las dos comisiones que funcionaron, tomas y plan de viviendas populares, la experiencia de lucha de lxs trabajadores realizó grandes aportes en torno a las tareas y perspectivas trazadas. Entre ellos están quienes fueron testigos directos, en ocupaciones de tierras, del destino de quienes se dejaron llevar por los punteros del régimen y hoy componen villas que lejos están de los barrios obreros que se gestan al calor de la organización con el Polo Obrero, ratificado el método de lucha e independencia política de los partidos patronales.

La participación de la Coordinadora Sindical Clasista sirvió para reforzar un trabajo integral y organizativo en los diferentes gremios, para una lucha de conjunto por la vivienda. Así como la juventud universitaria planteó el apoyo y la iniciativa de un trabajo articulado entre la juventud que padece la precariedad y el hacinamiento, protagonizando las ocupaciones de tierra, y la juventud que se prepara para poner sus conocimientos al servicio de las necesidades sociales.

Las resoluciones que se votaron de manera unánime fueron: participar del Congreso nacional por la vivienda, elaborar un manifiesto por la tierra y la vivienda, empadronamiento masivo en los barrios y en los sindicatos, relevamiento sanitario como elemento de reclamo por el derecho a la salud, movilizar con los empadronados al poder político provincial, municipal y nacional, reclamando solución para las familias, desarrollar un plan de construcción de viviendas populares en terrenos públicos, que será presentado por las bancas que representamos (provincial y municipal), reclamar al municipio la puesta en marcha de la escrituración de la toma de Cabildo y de los terrenos de las cooperativas de Cabildo, así como la urbanización de la ocupación.

Los participantes del Congreso, exigimos el cese de la persecución a las familias que toman tierras, sostenemos la defensa de todas las ocupaciones y con estas resoluciones, impulsaremos una conferencia pública para colocar en la agenda nuestros reclamos.

 

Así, culminó una gran instancia organizativa, que pone de relieve una de las principales carencias que tiene la población trabajadora: tierra y vivienda digna porque, como bien fue señalado en las comisiones, cuando de toma de tierras se trata en el gobierno no hay fisuras: las fuerzas patronales se unifican en un planteo contra las ocupaciones y la clase obrera. Entonces, resulta imprescindible que prevalezca la unidad estratégica entre ocupados y desocupados, por tierra para los trabajadores y no para los especuladores.