Durante la movilización de la Unidad Piquetera, realizada el pasado 22 de diciembre, se montó una operación contra quienes reclamaban en rechazo al ajuste en los programas sociales y el recorte a los suministros de los comedores populares. Se buscó asociar al Polo Obrero a saqueos que nunca existieron.

Las organizaciones piqueteras pretendían realizar una protesta frente a la sede del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, sobre calle Chacabuco al 300. Esto como parte de un plan de lucha nacional que finalmente le arrancó un compromiso al gobierno nacional.

En ese marco, la Policía de Córdoba montó un operativo con el que militarizó el centro de la ciudad a la vez que se difundió la existencia de supuestos saqueos a negocios en la zona céntrica. Para tal fin sacaron de contexto imágenes, y buscaron asociar la protesta piquetera a saqueos.

En los grupos de whatsapp de comerciantes del centro se hacía circular la versión de supuestos saqueos. La Voz del Interior publicó una foto de personas en un comercio que tenía la persiana entre abierta, sugiriendo que había sido saqueado. También publicaba que hubo “disturbios y caos generalizado este jueves en el centro de la ciudad de Córdoba”.  Se repitió además que hubo enfrentamientos entre manifestantes.

Sin embargo, nada de lo que se publicó contra la protesta fue cierto, no hubo peleas entre manifestantes, ni ninguna denuncia de saqueos. Es más, la dueña del comercio de la persiana entreabierta afirmó que las personas la estaban ayudando a cerrar el negocio.

“Denunciamos que, frente a nuestro legítimo reclamo por un salario, unas fiestas y una vida digna, la policía de la provincia de Córdoba despliega un aparato represivo desmedido y difama nuestra medida creando rumores de saqueos. Lo que genera pánico en ciudadanos y comerciantes, quienes vacían las calles, abriendo las posibilidades al ejercicio de la violencia represiva”, afirmó la Unidad Piquetera cordobesa.

La citada fuente recalcó: “aclaramos que la sociedad organizada en nuestras columnas moviliza sosteniendo el reclamo de trabajo digno. Por lo que los dichos sobre supuestos saqueos por parte de las organizaciones son completamente falsos y solo sirven como justificación para culpar, como históricamente se ha hecho, a nuestros espacios por la miseria social, responsabilidad del gobierno”.

“El gobierno nacional no deja de ajustar al pueblo trabajador y recorta el salario de más de un millón de trabajadorxs organizadxs en espacios comunitarios y cooperativas. Dejan migajas a lxs de abajo mientras aseguran que empresarios y el FMI se sigan llenando”, concluyeron las organizaciones piqueteras.

El poder político apunta a dividir a las organizaciones piqueteras del conjunto de la clase obrera, en momentos en que el ajuste no da respiro, y los presupuestos para el 2023 prefiguran una profundización de la crisis en la economía del pueblo trabajador. Por eso, la unidad del conjunto de lxs trabajadores es una de las claves para derrotar el ajuste y abrir paso a una alternativa propia de lxs trabajadores.

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