El martes a la noche una asamblea de la Coordinadora de Desocupados de Caleta Olivia vota el corte de la Ruta 3 en solidaridad con los piquetes de Truncado y Las Heras. Los desocupados de Caleta venían de un triunfo parcial los primeros días de enero. Su actitud tuvo en cuenta no sólo la prosecución de la lucha por los 500 pesos para todo desocupado y el reparto de las horas sin afectar el salario sino fundamentalmente un esfuerzo práctico por lograr la unidad y la solidaridad provincial de los desocupados.

A la cero hora del miércoles, junto a sus hijos, los desocupados inician el corte de ruta. Las represalias no se hicieron esperar. A primera hora se hacen presentes en el corte en forma amenazante, funcionarios municipales. Al mediodía, el intendente Córdoba realiza un reportaje en una FM local, en el cual ataca con mentiras a los desocupados. Fundamentalmente, realiza un ataque político a la compañera Norma Villamayor, por su condición de militante del FUT. Planteó que no existen razones, que el municipio dio las soluciones requeridas y que estábamos en presencia de una maniobra política de la izquierda.

El piquete, constituido mayoritariamente por mujeres, tuvo que soportar tanto durante la noche como en las primeras horas de la mañana una acción hostil de ‘turistas’ que circulaban por la ruta y una gran solidaridad expresada por camioneros y por las chatas petroleras.

El intendente denunció al juez federal de Comodoro el corte de ruta y aquí se le cae la careta al gobierno de Kirschner que dijo, por todos los medios que no iba a reprimir, aprovechando que el juez está en otra provincia. A las 18 horas se hacen presentes en la ruta efectivos de Gendarmería y la policía provincial armados con armas largas para desalojar a los desocupados con sus hijos. Luego de ser emplazados, una asamblea decide levantar el corte y concurrir al acto del viernes en Comodoro y realizar un viaje a Las Heras el jueves, con el objetivo de coordinar soluciones.

Durante las 18 horas que duró el corte, sólo se recibió el ataque del municipio y la solidaridad de los trabajadores que se expresaban por las FM locales repudiando la provocación de Córdoba. La gran ausente de esta jornada fue la voz de los sindicatos.

Al día siguiente, continuando con su actitud patoteril y antiobrera, Córdoba despidió a varias compañeras de los planes de empleo como represalia. Queda hoy planteada la lucha por la reincorporación de éstas. Es imperiosa una campaña nacional por el reclamo de que no se procese a los desocupados, por luchar.

Comodoro

Más de 5.000 trabajadores se congregaron en el acto convocado para repudiar la desocupación el viernes 22 en Comodoro Rivadavia. La concurrencia se mostró muy combativa, los abucheos a un pastor y a un representante de la CGT a los cuales no se les permitió hablar son una demostración del estado de ánimo.

En líneas generales, los discursos de los principales dirigentes fueron eso: discursos. Pero ningún planteo de lucha concreto. El más significativo de éstos fue el del representante de Petroleros Privados, quien amenazó que en los primeros días de febrero “cuando nos despidan 2.000 compañeros más tomaremos las medidas que muchos nos reclaman hoy”. El sindicato de petroleros está subordinado a la política entreguista del gobernador de Chubut, el radical Maestro, que impulsa el no cobro de las regalías a las empresas para que asuman el compromiso de no proseguir con su política de despidos. En éste como en otros casos, la Alianza se muestra dispuesta a ir mucho más lejos que el propio menemismo en su política de entrega.

Es preciso convocar a un Congreso de las organizaciones en lucha (vecinales, de desocupados, sindicatos, etc.), para definir un plan de lucha, la huelga general con corte de ruta y ocupaciones como lo reclamó en el acto la oradora de la Coordinadora de Desocupados de Caleta Olivia.