Crece la inflación. Crece la desocupación, crece el hambre

¡Crece la lucha! Escribe Eduardo Belliboni

Foto: Fede Imas

Los datos del último trimestre de inflación casi llegan al 20% y en alimentos de primera necesidad es del 10% mensual. Los empresarios trasladan estos aumentos a los precios de los productos que consumen los trabajadores, por lo que perdimos un 20% de poder adquisitivo, es decir, somos un 20% más pobres.

Crece el hambre en las barriadas obreras y también aún en las familias con trabajo fijo. Y hay una desocupación en aumento.

Por eso se llenan los comedores sociales, mientras el gobierno los desabastece, al punto de que hasta la oficialista Utep se “quejó” en un comunicado y salió a una marcha a media máquina que, sin embargo, fue respondido por la ministra Tolosa Paz en duros términos, acusando a “sectores de la Utep” de hacerle el juego a la derecha.

La “señora del country” aseguró que “este ministerio no ajusta”, claro el ajuste lo hace la inflación y también ella dando bajas masivas. Si la propia tropa se le rebela, está claro que el ajuste es descomunal.

Sin embargo, la cooptación de dirigentes sigue fuerte, hace unos días concretaron la puesta en funcionamiento de la “Secretaría de la Economía Social”, un premio consuelo, pero que sirve para que la Utep no saque los pies del plato, mientras miles de integrantes de sus bases son brutalmente ajustados en sus ingresos y en los alimentos de sus comedores.

Mientras tanto se siguen recortando los alimentos que dependen de la “Señora de la mesa del Hambre”, la ultracheta Tolosa Paz, como así también los de la provincia de Buenos Aires, la que tiene más pobres en todo el país, dirigida por el “progre” Kicillof, ¡con el 45% de pobres!

Sra. ministra: es el FMI, no la transparencia

Luego de aplicar una primera tanda de bajas, la ministra -que decía que estaban motivadas por la transparencia- anunció ahora la baja de 150 mil nexos, un programa complementario al Potencial Trabajo, que está dirigido a aquellos que tiene un emprendimiento productivo en la producción de alimentos, carpintería, albañilería, etc.

El anuncio fue simultáneo a un nuevo reclamo del FMI de dar de baja a ¡400 mil planes sociales! Sin vueltas, el Fondo dice que la crisis que generó la deuda con el organismo que contrajo Macri -pero que rescató con un pacto el gobierno de Alberto, Cristina y Massa-, la deben pagar los trabajadores con más hambre, más desocupación y con un nuevo ataque a los jubilados.

El FMI nos ha dado la razón cuando denunciamos que las bajas (y ahora los nexos) son un reclamo de las patronales para abaratar los salarios aún más.

El gobierno está totalmente acabado, sin ningún destino político, pero empeñado en hacerle el trabajo sucio al futuro gobierno, aunque este sea de la derecha, con un ajuste cada vez más brutal.

En las barriadas obreras más golpeadas, sufrimos la falta de trabajo, el hambre y la inseguridad que le cuesta la vida a los trabajadores y que la semana pasada produjo la rebelión de los choferes; es que la bronca sube y el horno “está” para bollos y si no que le pregunten al facho de Berni.

Y si hay cada vez más ajuste y más hambre, tenemos que tener más lucha, sin vacilaciones ni arrugues. Vienen por todo, es necesaria una enérgica y unitaria acción de todos los que estén dispuestos a luchar por cada una de las conquistas, sumar la solidaridad de todos los sectores posibles del movimiento obrero, de derechos humanos, artistas, etc., que se sumen a la lucha contra el ajuste y el hambre.

La Unidad Piquetera tiene un desafío enorme en este cuadro, hay que reagrupar fuerzas, convocar a todos y llevar adelante el plan de lucha, que en su tercera medida votó un acampe desde el 18 de abril y que continúa con una Marcha Federal en mayo. Desde el Polo Obrero no bajamos las banderas y llamamos a la más amplia unidad para enfrentar este ajuste insoportable.

Son las acciones que votamos más de 5.000 delegadxs y que acertamos al caracterizar la ofensiva del gobierno ajustador contra los trabajadores y especialmente contra los desocupados organizados.

Frente a la situación social y económica, vamos a luchar para estar a la altura de la larga historia del movimiento piquetero.