El acampe piquetero, en medio de grandes movilizaciones populares

Las medidas fueron preparadas con asambleas y plenarios de delegados

El acampe piquetero irrumpió en la Avenida 9 de Julio con miles y miles de compañeros y compañeras de los barrios, con la disposición de quedarse hasta una respuesta del gobierno a los reclamos postergados. En todo el interior se produjeron movilizaciones y acampes por los reclamos del movimiento piquetero.

Las medidas fueron preparadas con asambleas y plenarios de delegados, y por un gran plenario piquetero realizado en el Obelisco. Vino precedido de la gran lucha por la compatibilidad entre la beca Progresar y el Potenciar Trabajo, que logró recuperar el cobro de los planes para casi 40.000 estudiantes. Nos preparamos para quebrar la negativa del gobierno a dar respuesta a los reclamos urgentes que viene levantando el movimiento piquetero.

El acampe se produce en una nueva situación política, marcada por importantes movilizaciones populares. Mientras se desarrolla el acampe, los obreros del Sutna paran y bloquean las plantas por el salario. Las y los estudiantes secundarios de la Ciudad de Buenos Aires toman decenas de escuelas denunciando el trabajo gratuito y la pésima calidad de las viandas que reciben los estudiantes. Se suman importantes movilizaciones de estatales, docentes y diferentes gremios.

Empalmando con estas movilizaciones populares se refuerza la lucha contra el ajuste de Massa. Y se plantea la necesidad de un paro nacional y un plan de lucha por todos los reclamos, medidas que venimos exigiendo a una CGT totalmente postrada ante el gobierno.

Ya hace un año de la presentación del proyecto de creación de un millón de puestos de trabajo en base a obra pública y vivienda, y el gobierno no dio ninguna respuesta. Tampoco frente a los reclamos por la falta de asistencia a los comedores populares ni a las altas al programa Potenciar trabajo.

Y, mientras tanto, la pobreza crece de la mano de una inflación imparable, que liquida los salarios, las jubilaciones y el poder de compra de los programas sociales. Esta política de ajuste es la que incentiva las movilizaciones populares.

El gobierno, después de un día de acampe, no respondió a los reclamos. La intransigencia para defender el ajuste contrasta con la generosidad con los sojeros, los banqueros y los grupos capitalistas.

Mientras se desarrolla esta extraordinaria expresión de lucha exigiendo soluciones, se conocerán los índices de pobreza que, según los índices oficiales, casi 18 millones de habitantes de Argentina son pobres.

Así las cosas no van más. Tenemos millones de razones para que la lucha del movimiento piquetero continúe y se profundice. Millones de razones para quebrar la política del gobierno.