El movimiento piquetero volvió a la 9 de Julio

El reclamo por la devolución de alimentos a los comedores populares y contra las suspensiones en los programas de asistencia social fue respondido con una brutal represión

Foto: Fede Imas

El movimiento piquetero profundizó su plan de lucha. Después de grandes jornadas de protesta que incluyeron una concentración en la puerta del Ministerio de Capital Humano y cortes en todos los accesos a la Capital con masivos piquetes en zonas cercanas al Puente Pueyrredón inclusive, todas las organizaciones del arco del movimiento piquetero, desde la Unidad Piquetera y el Frente de Lucha Piquetero, el MST Teresa Vive, Libres del Sur, Coordinadora por el Cambio Social y hasta la Utep, decidieron profundizar las acciones con una enorme concentración de más de 50.000 trabajadores y vecinos de los barrios populares en la puerta del ex Ministerio de Desarrollo Social concretando el corte total de la 9 de Julio durante más de dos horas, desafiando el protocolo antipiquetes de Bullrich.

La respuesta no podía ser otra ante semejante ataque. El ajuste de Milei y Pettovello no cesa y a la eliminación de la asistencia a los comedores populares y la suspensión de más de 40.000 trabajadores del ex Potenciar Trabajo ahora se suma la reglamentación del nuevo programa “Volver al trabajo” que incluye sanciones, criminalizando a los que salgan a manifestarse y congelamiento de los montos en los programas. Sumado a las decenas de dirigentes piqueteros procesados por la justicia y una enorme campaña discriminatoria y de estigmatización en medios de comunicación masiva y redes sociales. El ataque por parte del gobierno nacional es brutal y la bronca en los barrios populares crece día a día de manera directamente proporcional al crecimiento del hambre.

La jornada se instaló desde las primeras horas de la mañana en todos los medios nacionales. La protesta logró colocar en el centro del debate público el problema del hambre como consecuencia de las políticas de un gobierno que se robó el alimento de los comedores populares y reduce la asistencia, mientras genera más de un millón de nuevos pobres por mes desde que asumió.

Luego de más de una hora de corte y concentración, la Policía Federal anunciaba a las organizaciones que finalmente serían recibidas por Pablo De La Torre, Secretario de Niñez y Familia del Ministerio de Capital Humano. La reunión finalmente no ocurrió a pesar de que las organizaciones piqueteras estaban preparadas para iniciar una discusión sobre los reclamos planteados. Finalmente las fuerzas policiales montaron una brutal represión que se iba a desencadenar minutos después.

Con un operativo desmedido, cuyo costo millonario pagan los trabajadores, la Policía de la Ciudad, por orden del Ministerio de Seguridad de la Ciudad, desencadenó una de las peores represiones de los últimos tiempos. Las fuerzas represivas avanzaron sin aviso previo sobre la movilización, con la infantería, camiones hidrantes, gases y balas de goma dejando como saldo decenas de heridos y detenidos. Diego Ricciardi, periodista de Crónica TV, fue herido con una bala de goma en la pera. Jeremías Cantero y Rodolfo Maracho, dirigentes del Polo Obrero, fueron heridos con balas de goma en las piernas.

Edwin Fredi Capcha Condori, del Polo Obrero de Villa Celina, fue apresado violentamente, arrastrado, golpeado en el piso y amenazado de muerte por los efectivos policiales. Todo a pesar de que nunca se resistió a la detención. Claudio Astorga, militante de la agrupación Pueblo Unido y trabajador de la construcción de la Utep, perdió la visión de un ojo tras recibir un balazo de goma por parte de la Policía de la Ciudad.

Un enorme despliegue organizativo de las organizaciones sociales, con el Polo Obrero a la cabeza, permitió defender la masiva movilización y la concreción de una acción de lucha que no podía postergarse.

Milei, mientras tanto, desde Miami, saludó la represión, mostrando que quiere ir a fondo con una política represiva que se desarrolla cotidianamente para quebrar los reclamos. Por su parte, el jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, defendió el operativo represivo. Esa fue la respuesta que los gobiernos tenían para dar frente al hambre de la población que ellos mismos generan.

El movimiento piquetero siguió firme en pie de lucha después de la represión. Concentraciones en la fiscalía y en la Alcaldía 4 de CABA donde tenían a los detenidos, junto con la solidaridad de organizaciones de derechos humanos y abogados de las organizaciones sociales, permitieron la liberación de todos los detenidos en menos de 24 horas.

Gabriel Solano como presidente de la comisión de derechos humanos de la Legislatura porteña, presentó al día siguiente una denuncia contra la policía de la Ciudad y un pedido de audiencia a Waldo Wolff, secretario de la seguridad porteña. También fue presentada una segunda denuncia penal por apremios ilegales a los policías que ejecutaron la salvaje golpiza contra Edwin.

El repudio a la represión también se hizo sentir con decenas de comunicados de asambleas barriales, organismos de derechos humanos y en la ronda de Madres de Plaza de Mayo el día posterior a la movilización.

Está claro que el gobierno de Milei está utilizando todas las herramientas del Estado para intentar desarticular al movimiento de lucha más consecuente de los últimos años. El movimiento piquetero, por el contrario, se ha transformado en una referencia de lucha para los trabajadores, en oposición a las centrales sindicales que apuestan a una negociación con el gobierno mientras retroceden nuestras condiciones de vida. En los barrios se montan ollas populares para alimentar a las familias, se cocina a leña porque no alcanza para la garrafa. En algunas provincias se habla de una enorme baja en la inscripción de los pibes a los estudios primarios y secundarios. Si avanza Milei, avanza el hambre y el retroceso. Para derrotarlo necesitamos una huelga general.

https://www.prensaobrera.com/movimiento-piquetero/unir-a-los-sectores-combativos-para-luchar-por-la-huelga-general