El jueves 30 de junio el Polo Obrero, junto a vecinos de diferentes barrios del distrito de Pilar, llevó a cabo una movilización por el centro distrital que culminó en las puertas de la municipalidad.

Se entregó un petitorio que fue recibido por un miembro de la Secretaría de Gobierno con el compromiso de la convocatoria a una audiencia para exponer los reclamos.

El petitorio fue el resultado de decenas de asambleas barriales; los vecinos votaron un pliego de reclamos que consideran de carácter urgente. Los mismos exigen desde puestos de trabajo genuino bajo convenio, con un salario igual al costo de la canasta familiar; viviendas y en consonancia la puesta en marcha de una planificación urbana que genere trabajo genuino para los desocupados del distrito; el arreglo de calles intransitables; la contratación del personal necesario para el pleno funcionamiento de los centros periféricos de salud; calefacción para las escuelas; reconstrucción del puente del arroyo Pinazo; asistencia integral para los comedores y merenderos; hasta el pedido de WiFi en las plazas para que los estudiantes del distrito puedan estudiar.

En un distrito donde abundan los countries y barrios cerrados, el Polo Obrero denuncia que el Estado lucra con el negocio de la especulación inmobiliaria dejando de lado a las barriadas que no tienen garantizado ni siquiera el acceso a las redes de agua, gas y cloacas.

En esta semana se publicaron datos que informan que un alquiler promedio de dos ambientes en el distrito ronda entre los 60 y 100 mil pesos. La mayoría de los precios están dolarizados, con una inflación que raja las paredes y salarios de hambre para los trabajadores, centenares de familias son expulsadas de la posibilidad de adquirir una vivienda.

El municipio, de la mano del intendente Achával del Frente de Todos, no garantiza el acceso a los servicios básicos, la población vive hacinada en construcciones precarias. Necesitamos la implementación de obras que logren dar respuesta a las verdaderas necesidades populares.

Por eso planteamos una reorganización integral del suelo urbano y un plan de construcción de viviendas populares en los terrenos ociosos del distrito. Reserva de los suelos urbanos ociosos con ese fin. Control vecinal de la ejecución del plan de obras públicas que garantice también cloacas, agua potable y gas natural para toda la población. Fin de la construcción indiscriminada de countries y barrios cerrados. Para la ejecución de las obras, empleo para los desocupados del distrito bajo convenio, y por un impuesto extraordinarios a las grandes empresas y a los emprendimientos de lujo.

Con el método de la asamblea los vecinos han votado la continuidad del plan de lucha hasta obtener una respuesta.