El Polo Obrero en la lucha por el aborto legal

Desde el inicio de la ola verde que ha sacudido al país entero por el derecho al aborto legal seguro y gratuito, el Partido Obrero y sus agrupaciones han desenvuelto la enorme campaña nacional, y el Polo Obrero no fue la excepción. Como sector en lucha, venimos de ser protagonistas de medidas muy duras contra las bajas en los programas sociales y despidos. De llamar a un gran frente único que quiebre el plan de guerra de Macri y conquiste la apertura de los cupos y el aumento en los sueldos de los y las compañeras precarizadas. Venimos de defender consecuentemente un método: el de la lucha en las calles, el corte, la movilización y la asamblea.


Como parte del sector que se mantiene  en el vértice opuesto a los piqueteros del Vaticano, llevamos a fondo también el debate sobre la legalización del aborto en cada barrio. No tuvimos ningún prurito en pronunciarnos a favor de este derecho, comprendiendo desde siempre que son nuestras compañeras de las villas y barriadas más golpeadas por el ajuste, las que mueren o quedan hospitalizadas por el flagelo del aborto clandestino. Y fuimos madurando el debate y ganando a más y más compañeras/os a esta lucha. Ha quedado más que claro que el problema no es "aborto sí o no" sino que es “legal o clandestino”. “Aborto legal es  derecho a la vida", decía uno de los volantes que  editamos con el Plenario de Trabajadoras y repartimos en todo el país. 


La campaña con pegatinas, fotografía, pañuelazos, actos, volanteos, radios abiertas, charlas, asambleas y demás han tenido a nuestras compañeras de los barrios como protagonistas y organizadoras de las mismas. Es válida esta pelea en un marco en que  gran parte de las organizaciones sociales van detrás del acuerdo con el Papa y no han salido a dar esta batalla. Por el contrario, eligieron la contención clerical del mayor autor ideológico de nuestra opresión: la iglesia católica. 


Hemos denunciado abiertamente, mediante una conferencia en el anexo del Congreso Nacional con la diputada Romina Del Plá, que no queríamos que hablaran por nosotras, que no queríamos que los "curas villeros" y sectores oscurantistas reemplazaran nuestra voz, poniendo a la mujer pobre como modelo de la función social que quieren que tenga la mujer: dedicarse a reproducir y criar hijos, sin importar condición material alguna. 


Así lo denunció Eva Gutiérrez, militante del Polo y del Partido Obrero, cuando le tocó hablar en las sesiones de debate con expositores en el Congreso. La compañera desenmascaró la hipocresía crónica de quienes dicen defender la vida pero que en realidad defienden la muerte de las  mujeres. 


Lilian Rojas, del Polo de La Matanza, resaltó a su vez en el pañuelazo que organizamos en el distrito, que frente a los ataques y señalamientos que recibíamos por luchar había que estar más organizadas que nunca. María Tango, en las masivas asambleas previas al 8M, dijo: "no hay curas buenos o malos, como no hay reyes o comisarios buenos o malos, hay una institución que nos viene oprimiendo durante años".


Las trabajadoras podemos ir por todo. Seguimos la pelea por la separación de la Iglesia del Estado, educación sexual y anticoncepción gratuita en los hospitales.


Frente al debate en el Senado, será un deber defender la independencia de este movimiento y profundizar la lucha por la conquista definitiva del aborto legal y garantizar su implementación.