Distintas organizaciones piqueteras se encuentran en estos momentos en el Obelisco porteño y en distintos puntos de todo el país manifestandose contra la falta de provisión de alimentos, insumos sanitarios y los refuerzos económicos del Estado para los trabajadores desocupados, en medio de la pandemia del coronavirus. Desde la cartersa de Desarrollo Social manifestaronq ue recibiran a una delegación d elas organizaciones, para tratar los reclamos. Mientras, los desocupados se mantienen en el obelisco en espera de una respuesta satisfactoria.

La jornada, que tiene como protagonistas al Polo Obrero, el Frente Piquetero de Lucha y a otras organizaciones, ocurre en el marco de un agravamiento de las condiciones de vida de los sectores más vulnerables, bajo las actuales circunstancias. El cuadro de crisis que se vive en las barriadas populares es manifiesto: la Villa 31, en pleno centro porteño, se ha convertido en un foco de infección de virus, con casi 200 casos de contagios, varios muertos y sin abastecimiento de agua potable para poder adoptar medidas sanitarias preventivas. El Polo Obrero viene de realizar una contundente medida de lucha nacional, el pasado primero de mayo, por todos estos reclamos.

Las organizaciones convocantes señalan que el gobierno lleva semanas sin destinar los alimentos correspondientes a los comedores populares, merenderos y la asistencia en los barrios; se trata de una acción criminal, cuando más se hacen sentir las necesidades económicas y alimentarias en las familias obreras y populares. El gobierno argumenta que el retraso se debe a la crisis abierta en la cartera de Desarrollo Social por los sobreprecios en la compra de alimentos, y que al día de hoy los proveedores aún se niegan a venderle al Estado a los precios que el gobierno ha fijado. Se trata de una impostura, ya que el gobierno nacional no hace valer ninguna medida para garantizar el cumplimiento de los precios que ha establecido, mostrando la doble vara que tiene a la hora de “disciplinar” a las patronales y a los trabajadores. Los empresarios especulan con seguir ganando millones, aun a costa de la subsistencia de los trabajadores.

Esta acción nacional suma entre sus reivindicaciones el pago inmediato del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) a los millones de anotados y a los cuatro millones de solicitantes que fueron rechazados por el Estado. La salida del director de la Anses, Alejandro Vanoli, no dio lugar a ningún avance en esta medida, cuya reiterada postergación juega con las necesidades de millones de desocupados.

La denuncia sobre las condiciones sanitarias esta entre los primeros puntos de los convocantes, cuando el gobierno nacional, los gobernadores y el Gobierno de la Ciudad son responsables de la situación que padece la población de las barriadas populares, donde la gente vive hacinada, sin acceso al agua, sin elementos para higienizarse ni acceso a la atención sanitaria, ni tampoco ingresos económicos. Un coctel explosivo que coloca a franjas enteras de la población como grupos de riesgo.

Los convocantes reclaman una respuesta inmediata y satisfactoria a todos estos reclamos urgentes. A su vez, exigen el cese de toda persecusión judicial y causas contra los compañeros detenidos.