En el Obelisco y en casi todo el país se realizó la jornada nacional de lucha contra el hambre

Organizaciones sociales y piqueteras manifestaron que “Con hambre no hay cuarentena”.

Foto de portada: Polo Obrero // Fotos de galería: Lidia Barán Ojo Obrero Fotografía

Nuevamente las organizaciones sociales y piqueteras se vieron obligadas a salir a las calles tras 80 días de cuarentena, denunciando que las condiciones de vida se han agravado para las familias obreras a falta del suministro de alimentos, insumos sanitarios, testeos en los barrios carenciados y un ingreso económico suficiente para poder paliar los efectos de la crisis. Las concentraciones comenzaron en horas de la mañana cuando cientos de desocupados y cooperativistas se congregaron en el Obelisco porteño y en otros 30 puntos distribuidos por todo el país.


No es la primera vez que las organizaciones piqueteras denuncian las condiciones en las que millones de trabajadores desocupados y sus familias enfrentan durante la cuarentena. El Polo obrero y el Frente de Lucha Piquetero ya han protagonizado otras acciones de este carácter, obteniendo que el gobierno nacional reciba los reclamos populares pero, sin embargo, a la fecha no se ha constatado el cumplimiento de esos compromisos que implicarían un refuerzo de la asistencia alimentarias, la provisión de elementos de higienización y desinfección y otras medidas de emergencia para atender los reclamos urgentes del sector más vulnerable de la población trabajadora.



La jornada del día de hoy, tuvo como aditamento la participación de todas las organizaciones sociales, con la excepción de los grupos integrados al gobierno y al Estado, que conforman el denominado “Triunvirato San Cayetano”. Síntoma de que la crisis es de tal magnitud que ha colocado a la mayoría de las organizaciones ante la necesidad de actuar para obtener una respuesta del Estado, en momentos en los que el gobierno financia a las patronales por medio de subsidios millonarios como los ATP, y rescata a empresarios en quiebra, como es el caso de Vicentin.


Desde las organizaciones piqueteras señalan que el Ingreso Familiar de Emergencia no cumple el papel anunciado por el gobierno, ya que en lo que va de la cuarentena se percibió una sola vez, por la módica suma de $10.000 y de su cobro quedaron exceptuados millones de desocupados, inclusos quienes ya perciben un magro programa social de $8.500.


 





También denunciaron la situación crítica que se vivencia en las villas, asentamientos y barrios carenciados, donde han muerto varios compañeros y compañeras a causa del contagio de Covid-19 que se produce en zonas donde no hay acceso al agua potable, a servicios escánciales, políticas sanitarias ni atención médica suficiente. Es lo que ocurre en la Villa 31 y las villas de CABA, que ahora se ha extendido a los barrios carenciados del Conurbano bonaerense donde empieza a detectarse un salto en los contagios, mal contabilizados por la ausencia de testeos efectivos. Villa Azul es la muestra del destrato a los sectores más vulnerables, con el cierre del barrio, su militarización, escasa provisión de alimentos y aislamiento en condiciones deplorables en “Unidades Sanitarias” improvisadas de la noche a la mañana.


Las actividades en el interior del país también manifestaron la responsabilidad de los gobernadores y de las intendencias, desde donde se desoyen los reclamos populares y donde se actúa en contra de los intereses obreros y populares. Es lo que ha sucedido en las provincias de Tucumán y Chaco, que vienen de ser víctimas de la represión estatal; o en Santa Fe, donde la pasada jornada se ordenó la detención de todos los manifestantes.




La insostenibilidad de la situación ha llevado que unos días atrás, desde el Polo Obrero, el Frente de Lucha Piquetero y otras organizaciones, se desarrollara un masivo corte en el Puente La Noria, denunciando la situación de las barriadas obreras de Lomas de Zamora y preanunciando la jornada nacional de lucha del día de hoy.


La manifestación que se dio en el centro porteño avanzó hacia Av. de Mayo para dirigirse hacia Plaza de Mayo y luego a Desarrollo Social, donde concluyó. Los principales reclamos fueron el aumento de las partidas de alimentos y la provisión de kits sanitarios; el cobro del IFE para todos los desocupados y el aumento de estos montos; su regularización y la duplicación de los montos que se perciben por los programas sociales. Ahora se espera que el ministro Daniel Arroyo atienda los reclamos de las organizaciones piqueteras y las miles de familias obreras que padecen esta crisis.