En Unidad y Lucha le cerramos el paso a la superexplotación

La asamblea de la Vecinal del Barrio Unidad y Lucha (Avellaneda) dio un importante paso para cerrarle el camino a una iniciativa negrera de la municipalidad.


El Municipio de Avellaneda está interesado en instalar un “parque industrial” en el barrio, en el que se instalarían algunas empresas que serían eximidas del pago de impuestos municipales por varios años. Se menciona que entre las interesadas se encuentra la Curtiembre Yoma.


Para impulsar su proyecto, el Municipio hizo llegar a la Vecinal una propuesta de petitorio que ratificaría “el apoyo de los vecinos” al cierre de la calle Villa Luján (paso necesario para instalar el parque) y a que vengan nuevas empresas, “dando así trabajo a los vecinos del barrio”. Finalmente, el petitorio hace un vago compromiso de que “el Municipio genere 120.000 pesos anuales en obras para el barrio”.


Detrás de la “oferta”, estaba el propósito negrero. El “trabajo para los vecinos” que ofrecía el intendente frepasista Laborde no era otra cosa que planes de empleo. Así, la oferta del Municipio se limitaba a montar un campo de trabajo virtualmente gratuito para las patronales, con “salarios” de miseria de 150 pesos completamente flexibilizados.


En la asamblea de la Vecinal –una verdadera tradición que discute todos los problemas importantes del barrio– participaron 60 vecinos. Al funcionario asistente –Fernando Landaburu, subsecretario de Gobierno– se le planteó que “para empezar a hablar” del parque industrial, el Municipio debía comprometerse con la mejora de las cloacas y las calles y la entrega de bolsones y zapatillas. Pero, además, la Vecinal presentó un “contrapetitorio” que tenía dos cambios significativos. En lugar de “trabajo para nuestros vecinos”, el petitorio presentado por la Vecinal habla de “trabajo genuino para nuestros vecinos”, es decir, no planes sino trabajo efectivo, con salario de convenio, sindicalización, obra social y aportes jubilatorios. Establece, además, un compromiso de aporte concreto para obras en el barrio a cargo de la Municipalidad y las empresas.


“No queremos planes, queremos trabajo genuino”, le repitieron en mil tonos los vecinos al funcionario municipal, que debió aceptar que el petitorio municipal fuera reemplazado por el que planteó la Vecinal.


La asamblea de Unidad y Lucha dio un primer e importante paso en la lucha por trabajo genuino para los compañeros del barrio y obras bajo el control de sus vecinos.