Escrache de los obreros de Brukman a Ibarra

"Imponer la voluntad para expropiar"

Fuimos a hacerle un escrache a Ibarra al Teatro Coliseo. Allí presentaba a sus candidatos. Cuando Ibarra empezó a hablar, los trabajadores de Brukman sacamos nuestra bandera para que supiera que estábamos presentes. Yo me fui para adelante, donde me encontré con cordones de patovicas que no me dejaban pasar y me pechaban. Me dijeron que no podía pasar. Les dije que sí iba a pasar, que si no me dejaban iba a armar un escándalo. Les pedí qu e se quitaran para el costado y a la prensa que enfocara todo lo que estaba pasando. Y me fui para adelante.


Cuando llegué me encuentro con más patovicas, entre ellos, mujeres. Me empezaron a apretar. Insistí en que si no me dejaban pasar, empezaba a armarles un escándalo y a gritar. Puede pasar. Cuando llegué a lo de Ibarra le grité que nos diera la expropiación de la fábrica. Le exigí que tuviera voluntad política para devolvernos la fuente de trabajo que nos quitaron hace 3 meses.


Pedí que se acordara de nosotros, los obreros de Brukman, que estamos en la carpa por culpa de él, de la maldita policía y de los jueces corruptos.


“Ibarra aquí estamos, no mires para el costado”. Miro a mi alrededor y lo veo a Hecker (secretario de Desarrollo Económico) que venía a paso gigante a hablar conmigo. Me dice: “Con usted quiero hablar”. Le contesté: “Yo no tengo nada que hablar. Usted y todos los que han ido a la carpa sólo nos han mentido. Con cuentos mentirosos yo no hablo, desde ya retírese de acá mentiroso”. También le dije a la chusma que me estaba rodeando que se abrieran, porque yo iba a pasar. Pasé por el costado donde estaban la televisión y los equipos. Me subí en los equipos y salté al escenario donde Ibarra estaba hablando.


Cuando me vio se puso colorado y transpiraba. Yo le gritaba: “Ibarra, acá estoy. Da la expropiación a las fábricas”. Y toda la televisión enfocándome.


Yo les indicaba que enfocaran nuestras banderas.


Ibarra siguió con su discurso. En la mitad del mismo, le dijo a su gente algo así como: “No demos lugar a las provocaciones, son gente mandada por Macri”.


Le grité: “No me manda Macri. Yo soy trabajadora, no política. Lo que queremos, Ibarra, es que nos devuelva el trabajo”. Toda la chusma me gritaba: “Cuánto te pagó Macri”. Pero también escuché algunos “Brukman es de los trabajadores…”.


Yo saqué mis conclusiones de este escrache.


Ibarra no nos va a dar la expropiación así nomás. Nosotros, los trabajadores, tenemos que hacer algo muy grande y un plan de lucha fuerte, cosa que los dos gobiernos pongan voluntad para pasar la expropiación.