Este martes 12 la Unidad Piquetera junto a la Utep y otras organizaciones sociales llevarán adelante una jornada de lucha nacional, la cual incluye el corte de ruta y accesos de todo el país. Esto se da en el marco de una profundización del plan de lucha frente a la falta absoluta de respuesta del gobierno ante la emergencia alimentaria y el ajuste a los sectores más pobres.

Esto se expresa en el recorte total de la entrega de alimento a los comedores populares de todo el país, por orden de Sandra Pettovello, ministra de Capital Humano, donde se alimentan miles de familias pobres. También en la eliminación de los planes Potenciar Trabajo, el cual constituye el principal ingreso de miles de hogares que viven de changas, mediante el relato de “planes de trabajo”, una receta ya fracasada que solo busca flexibilizar las condiciones de contratación de sus beneficiarios y profundizar el ajuste sobre los que menos tienen.

Sobre este punto, en una entrevista, Belliboni sostuvo: “El chamuyo de ‘vamos a capacitar a la gente para conseguirle trabajo’ ya lo escuchamos mil veces. Tenemos compañeros que se capacitaron ya con este gobierno, y con el anterior, y con el anterior también. Es al revés: las medidas del gobierno están dejando sin trabajo a miles de personas. Si no mejora la economía, no va a haber nuevo empleo. Lo que hay es hambre. El objetivo declarado por el gobierno es terminar con los “intermediarios”, es decir con las organizaciones piqueteras, ya que con la intermediación de las iglesias no hay ningún problema: es que hay intermediarios e “intermediarios”. Que después no se quejen: el que siembra vientos, cosecha tempestades”.

A la medida de desarticular el programa Potenciar Trabajo, que sostenía actividades productivas autogestionadas, sociocomunitarias, de apoyo educativo en más de 45.000 puntos en barrios populares en todo el país, se suma el “desenganche” del programa Potenciar del Salario, Mínimo, Vital y Móvil, con la intención de licuar el monto y que desaparezca como piso salarial. El objetivo entonces es otro al declarado, no se trata de transparencia ni de intermediarios, ni tampoco de trabajo genuino, como quiere instalar el gobierno. Es sencillamente un brutal ajuste.

Por otra parte, como si fuera poco, pusieron fin a las obras de integración sociourbana que tanto necesitan las familias que viven hacinadas y sin servicios básicos en nuestros barrios. Todos estos ataques y ajustes concretos a las y los trabajadores que menos tienen, se suceden sin ningún tipo de diálogo o respuesta. Ya no hay margen.

Las organizaciones afirman que, de no revertirse esta situación, las medidas continuarán profundizándose. El hambre en los barrios es un límite.

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