El pasado 5 de mayo participamos de la segunda marcha al municipio. Fuimos recibidos por un cordón policial. A pesar de haber presentado los reclamos de manera formal con petitorios y pedidos de audiencia, ningún funcionario dio la cara. El intendente Fernando Gray solo se ocupa de atender las necesidades de los barrios privados, que se llevan las redes de agua hacia sus “countrys” y a los barrios obreros nos dejan la miseria. Para Gray, la movilización es una “extorsión”. Nosotros le respondemos que la mayor extorsión es su gobierno, que con el ajuste que está haciendo nos somete a vivir en condiciones inhumanas.

Hicimos una asamblea frente al municipio con la participación de Gabriel Solano, que escuchó todos los reclamos que tenían los vecinos, la falta de agua, cloacas y problemas que causó la última gran tormenta, y agradecieron su apoyo. La propuesta de la asamblea fue hacer una campaña en los barrios con el propósito de convocar más vecinos con los mismos reclamos y preparar una medida más fuerte, así como rodear al municipio con los reclamos populares.