En la estación de servicio donde fueron asesinados los tres chicos, el jueves 3 de enero, se realizó la asamblea que votó la marcha del lunes 31, que culminaba después de 3 días de movilizaciones en el barrio.

La asamblea contó con casi 100 vecinos, que se convocaron para darle continuidad a la lucha contra la represión y el gatillo fácil. Durante su transcurso se discutió la forma de organizarse para que las muertes no quedaran impunes, y se avanzó en la discusión sobre las responsabilidades de la policía, que encubría al asesino y había reprimido a los vecinos de Floresta del mismo modo que en Plaza de Mayo días atrás.

Se crearon comisiones para organizar la protección de los testigos y para redactar un petitorio, que planteara “juicio y castigo al asesino”, y que se hiciese extensivo a toda la Policía Federal por su responsabilidad en la represión. Dicho petitorio lo están estudiando los padres de las victimas.

El último punto de la asamblea fue la necesidad de convocar a todos los barrios que se están organizando en asambleas, para la marcha del sábado 5, como forma de difundir fuera de Floresta el conflicto.

La marcha se realizó con algo más de 1.500 personas, que se hicieron presentes a pesar de la lluvia. La columna organizada por los amigos de los pibes, contó con la presencia de diferentes barrios (San Cristóbal, Urquiza, La Paternal, Villa del Parque, etc.) y del Centro de Estudiantes de Psicología.

Durante toda la marcha, que duró más de dos horas, se cantó: “Sin policías / sin militares / vamos a vivir mejor”, “Yo sabía / que a los pibes / los mató la policía” y “Atención, atención / no es un policía es toda la institución”, demostrando que Floresta es la cabeza de la auto-organización de los vecinos en la lucha contra la represión policial, y es por lo tanto parte integral del pueblo que se está rebelando.