José C. Paz: Ishii entrega alimentos vencidos a comedores populares y escuelas

El intendente es responsable de posibles casos de intoxicación.

En los últimos días, como fruto de la movilización que realizamos con el Polo Obrero en diciembre del año pasado, han llegado a los comedores populares los alimentos que destina el municipio de José C. Paz, comandado -desde hace más de 20 años- por Mario Alberto Ishii.


¿Lo increíble? La mercadería mandada en algunos casos está vencida y con hongos, como es el caso de los potes de dulce de leche. En otros, como los de cartón de puré de tomate, están rotos como si hubiesen sido comido por ratas.


Junto a esto, familiares del jardín 918 del barrio 9 de julio denunciaron que también han recibido estos alimentos vencidos para distribuir a las familias.


Pero la situación no termina ahí: medios locales han realizado distintas denuncias de acopio de alimentos en sus casas, por parte de los punteros de Ishii.


Como hemos detallado en otros artículos, la cuarentena en José C. Paz se cumple a cuentagotas. Sucede que en el municipio solamente el 20% de la población tiene red de agua corriente; y solo el 30% red de cloacas. Según datos del Indec de diciembre, más del 40% de la población paceña se encuentra bajo la línea de pobreza; un 10% bajo la línea de indigencia y hay una desocupación de más del 20%. Así no hay cuarentena que aguante: las y los vecinos se ven obligados a salir a trabajar para poder alimentar a sus familias. Y para colmo, si el mismísimo estado municipal entrega alimentos podridos, la situación es insostenible.



Hacemos responsable al intendente Mario Ishii de posibles casos de intoxicación. Repudiamos los métodos punteriles. Juegan con la necesidad de comer de las y los vecinos paceños y les faltan el respeto a quienes son golpeados no solo por el coronavirus sino también por la miseria y el hambre.


Reclamamos la entrega de alimentos de calidad y el aumento de la cantidad entregada, ya que los comedores y merenderos organizados con el Polo Obrero se ven abarrotados de personas que buscan un plato de comida.


Es una cuestión fundamental, porque la única salida es oponerle a la negligencia del gobierno municipal, como al provincial y nacional, la organización independiente de los y las vecinas en cada barrio, para luchar por las reivindicaciones más elementales como obras públicas, hidráulicas y sanitarias y entrega de kits sanitarios. Nuestra salud y vidas están en juego.


¡Con hambre no hay cuarentena!