Una vez afuera [del penal] tome dimensión de la solidaridad que recorrió todo el país con la exigencia de nuestra libertad.

Adhesiones de sindicatos como el Sutna, AGD, los Suteba combativos y hasta se le arrancó la de los sindicatos alineados con el gobierno nacional, como UTE (docentes de CABA). Jugó un rol fundamental la solicitada de familiares y amigos, que contó con el apoyo de artistas, periodistas, personalidades de derechos humanos como Norita Cortiñas.

Las visitas al penal de los organismos de derechos humanos que vinieron de Buenos Aires fue un apoyo moral enorme para Juan y para mí, que estábamos aislados e incomunicados con el exterior.

Esta enorme solidaridad solo se entiende por la brutalidad persecutoria de Gerardo Morales. Desde que irrumpió el movimiento piquetero independiente en Jujuy dando la batalla en los barrios para recomponer las mejores tradiciones piqueteras de la provincia de los ’90, de la unidad de ocupados y desocupados y superar el desprestigio causado por la experiencia de Milagro Sala, Morales intentó todo tipo de persecución y represión contra los desocupados que luchan contra el hambre. La brutal represión en San Pedro con los siete compañeros presos -que logramos liberar con la lucha- y luego con una ofensiva judicial a través del juzgado contravencional contra algunos referentes de la Unidad Piquetera, desembocando en estas arbitrarias e ilegales detenciones.

El objetivo de Morales con nuestras detenciones es disciplinar a todos los trabajadores frente a un ajuste que está destruyendo las condiciones de vida de las mayorías. El tiro le salió por la culata. En Jujuy se vivió la movilización más grande de los últimos años y en el país se difundió, incluso la consigna “Morales = Dictadura”.

Una primera conclusión es que hay que volver al comienzo de la historia. En Jujuy como en todo el país, los gobiernos agachados ante el FMI y el pago de la deuda no pueden ofrecer ninguna salida a las necesidades populares y por eso tienen que apostar a la persecución y las detenciones.

Tenemos que apoyarnos en esta enorme victoria popular por la liberación para reforzar la lucha por todos los reclamos de la clase obrera ocupada y desocupada frente a un ajuste brutal de la mano del Fondo Monetario. A seguir peleando por el trabajo genuino y por la asistencia a los comedores. Meter en cana a quienes luchamos no calman ni el hambre ni la falta de trabajo de miles de jujeños.

Seguimos con más fuerza con nuestra lucha.