La importante lucha de los cartoneros

El jueves 25, centenares de cartoneros cortaron la calle Trelles, en el barrio de La Paternal, para protestar contra el cierre de los centros donde ellos venden lo que recolectan en las calles. Junto a ellos, participaron el Polo Obrero, representaciones de las Asambleas Populares y vecinos de un asentamiento amenazados de desalojo de la calle Trelles.


Por día entran a la Capital más de 40 mil trabajadores cartoneros desde el Gran Buenos Aires.


Hace mucho que Ibarra y los grupos capitalistas pusieron el ojo en este frente “marginal” de ganancias, que con la devaluación monetaria se ha vuelto más rentable, por el reciclaje de materiales que antes se importaban a bajo costo. “Cartoneros Sociedad Anónima” había titulado un diario frente al intento de Ibarra de “cooperativizar” el cirujeo y proletarizar esta actividad “autónoma”.


Los cartoneros sufren diversos ataques: se les cobra boleto en los trenes, no pueden descender en ciertas estaciones, etc. La última fue el cierre, por inspectores de Ibarra, de los depósitos donde venden lo recolectado por “falta de higiene” y/o “por la ausencia de medidas de seguridad contra incendios”. El choque entre piquetes de cartoneros y la policía y la amenaza del corte de las vías llevó a un nuevo triunfo piquetero y a que el gobierno diera marcha atrás, reabriendo “provisoriamente” los depósitos.


Vecinales de Ibarra contra Asambleas Populares


La agencia Noticias Urbanas informa que las medidas fueron adoptadas por “las quejas de los vecinos motorizadas por las asambleas vecinales” (26/7). Se trata de las “vecinales” alentadas por el gobierno de Ibarra para discutir sus propuestas “participativas” contra las Asambleas Populares. En el caso de La Paternal, están ligadas al Centro de Gestión y Participación (CGP) del Gobierno de la Ciudad, a la Iglesia y a la policía; se quejan de que los cartoneros y los ocupantes afean una zona baldía, a la que pretenden parquizar y colocar en ellas un santuario de la virgen Desatanudos. “Casualmente”, el menemista Scioli se ha lanzado a una campaña para limpiar “la mugre que afea la ciudad”. El funcionario ibarrista Epsztein, respondió “que no se va a apurar por lo que diga Scioli”, pero de inmediato cerró los depósitos cartoneros.


La Asamblea Popular de La Paternal ha rechazado esta pretensión. Han ido a las “reuniones vecinales” a repudiar los reclamos fachistas de expulsión de los pobres. Las Asambleas Populares reclaman que se solucione el problema de la vivienda y subsistencia (bolsones de comida, planes de empleo, atención médica y remedios gratuitos, etc.) de los ocupantes del predio cercano al depósito de Trelles y que no se hostigue más a los cartoneros. Por el contrario, reclaman para ellos: boleto gratuito, atención médica y social (que no falte alimento; becas para que los chicos salgan de la calle y vayan a la escuela a estudiar; etc.).


En el transfondo está el problema “del nuevo esquema contenido en la próxima licitación para la recolección de los residuos”, hoy en manos privadas y que hasta ahora tenía prohibido el cirujeo, que aparece como una nueva forma de acumulación del quebrado capitalismo nativo.