La lucha de la juventud desocupada

Hace varias semanas, los desocupados tomamos durante cinco días el Municipio por falta de pago del subsidio provincial de la 2128. Se arrancó un pago de 70 pesos para 1.800 personas. La mayoría de los ocupantes eramos jóvenes, a los que no nos pagaron la segunda cuota (80 pesos).


A medida que nos iban rechazando en la cola del banco, nos fuimos autoconvocando. Decidimos en conjunto (unos 60 compañeros) ir a la asamblea de la Comisión de Desocupados, a pedirles su apoyo y a que nos representen. Roberto Arias, director de la Radio Comunitaria Rocahuillo, nos atacó violentamente.


Una semana después, volvimos a tomar la planta baja del Municipio y conseguimos nuevos planes y tickets. En una entrevista con el Intendente, se presentó nuevamente Arias: nos agredió y nos ôacusóö a todos los jóvenes de ser miembros del Partido Obrero.


Todo esto nos llevó a juntarnos y a formar nuestro propio movimiento ûel Movimiento Independiente de Jóvenes Desocupados û que realizó su primera marcha hacia la Plaza San Martín, donde participó de un repudio al terrible crimen de los compañeros piqueteros en el Puente Pueyrredón. Allí fuimos atacados por un dirigente de la CTA y, otra vez, por Roberto Arias.


El movimiento de jóvenes desocupados reclamó en una reunión con las autoridades municipales que todos cobren las becas y los puestos de trabajo, que los comedores escolares sigan abiertos en las vacaciones y se formen comedores donde no los haya. Se logró la entrega de leche en un barrio y que los compañeros que trabajen cobren los planes.


Posdata: A Roberto Arias se le dio vuelta la tortilla. De tanto acusar a los jóvenes desocupados de ser miembros del Partido Obrero, muchos de ellos empezaron a preguntar, a interesarse y a integrarse al PO.