El Movimiento Evita, Somos Barrios de Pie y otras organizaciones sociales afines al gobierno presentaron su espacio político “La Patria de los Comunes” como un instrumento para disputar en la interna del Frente de Todos en las próximas elecciones. Lo hicieron con críticas rebajadas y ningún balance, lo cual revela que las “orgas sociales del gobierno” solo buscan correrse del costo político del ajuste fondomonetarista con la intención de contener a su bases descontentas dentro de este rumbo antipopular.

Se trata de las organizaciones que dirigen Emilio Pérsico, del Movimiento Evita y la Secretaría de Economía Social del ministerio que conduce la ajustadora Victoria Tolosa Paz, y Daniel Menéndez, de Somos Barrios de Pie y Subsecretario de Políticas de Integración y Formación del mismo Ministerio de Desarrollo Social, quienes realizaron un acto en el estadio del club Deportivo Español el pasado viernes 17.

Estuvieron presentes Mariel Fernández, actual intendenta de Moreno e integrante del espacio, y la aspirante a disputarle internamente a Fernando Espinoza el populoso distrito de La Matanza, Patricia “La Colo” Cubría, compañera de Emilio Pérsico.

El objetivo del lanzamiento, largarse a una disputa interna, plantea un escenario de crisis para el oficialismo, especialmente en la provincia de Buenos Aires, donde la campaña estará marcada por la disputa entre los distintos aparatos punteriles en las intendencias.

En relación a esta disputa, Pérsico señaló que la construcción de este partido servía al propósito de “renovar la política” y a desarrollar una “revolución democrática”. Un verso: no tiene nada de progresivo oponerle a los intendentes los métodos de reparto de caja que aplica este sector en el Ministerio de Desarrollo Social y en sus propias organizaciones, que explotan en forma punteril y anti democrática a sus compañeros bajo la etiqueta de la “economía popular”. Menos aún si vemos lo que ocurre con Mariel Fernández en Moreno, quien manda a la policía del “tradicional” Sergio Berni a reprimir a los trabajadores municipales que reclaman por salarios, luego de un aumento de ajuste por abajo de la inflación. Menéndez llamó a multiplicar el “ejemplo de Mariel” en todos lados…

Todos son parte, pero nadie se hace cargo

Esta impostura se refleja en cada punto del planteo del nuevo partido. Como lo hecho recientemente La Cámpora en un comunicado público, o el propio Juan Grabois en sus declaraciones regulares, Pérsico y Menéndez intentan desentenderse de las consecuencias nefastas de la política fondomonetarista que aplica el gobierno del Frente de Todos. Incluso en el ministerio que integran, donde Tolosa Paz avanza con el despido de 85.000 trabajadores precarizados del Potenciar Trabajo y en recortes de todo tipo en herramientas y alimentos a los comedores populares.

Ni siquiera reclaman romper con el Fondo sino renegociar el acuerdo, pero vienen a hablar de “moneda latinoamericana fuerte”. Nunca puede ser fuerte una moneda de países semi coloniales con gobiernos fondomonetaristas. Lo mismo vale para la propuesta de una “empresa latinoamericana de litio”, cuando la política del Frente de Todos es la entrega de los recursos naturales al capital internacional para garantizar el pago de la deuda externa. O con mandar fruta hablando de la “vuelta al campo” cuando integran la fuerza política bajo la cual el monocultivo de soja, bajo control del gran capital, copó todo el país.

No es con Todos

“La militancia social es una y necesita de la unidad de su expresión social y política. Desde esas ideas conformamos un espacio político para fortalecer el Frente de Todos”, agregó Menéndez. Aunque pretende emparchar a un gobierno que se disgrega por lo antipopular de sus medidas, la línea interna va a acentuar las crisis y choques en el oficialismo.

Mientras las organizaciones sociales buscan contener a los sectores descontentos en la interna del gobierno del FMI, la Unidad Piquetera desarrolla la lucha en las calles contra los despidos y recortes de Tolosa Paz y compañía, que se expresa en el ajuste sobre el salario mínimo, el cierre de los programas sociales, la no entrega de alimentos ni herramientas, etc.

El gobierno nacional no ha garantizado ni una sola reivindicación para los sectores más vulnerables y pobres: desde el vaciamiento de la obra pública y la subejecución de los proyectos y compromisos de urbanización, hasta la ausencia de trabajo genuino y acceso a ingresos estables para paliar la crisis.

Los trabajadores desocupados y precarizados no tienen nada que hacer en la interna de los políticos capitalistas, ni nada que respaldar a una u otra variante del ajuste en curso. La salida está en la organización independiente de las patronales para librar la lucha por las reivindicaciones inmediatas y la organización política independiente y de los trabajadores para ofrecer una salida de fondo a nuestros problemas, poniendo un pie un movimiento popular con banderas socialistas como plantea el Partido Obrero en el Frente de Izquierda Unidad.

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