La reunión de emergencia de Arroyo con la Unidad Piquetera

Estado de alerta y movilización

Foto: Willy Monea @ojoobrerofotografía

Se realizó en la noche del miércoles 12 una reunión entre el Ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo y las organizaciones de la Unidad Piquetera, entre ellas el Polo Obrero. La reunión fue realizada luego de que la decisión del Ministerio de incumplir con el ingreso a programas sociales de 50.000 trabajadores desocupados estaba llevando a estas horas a una nueva jornada de lucha de este importante frente de organizaciones.

En el cuadro de un ajuste salvaje que lleva adelante el gobierno nacional contra las masas trabajadoras y que se revela en el hecho de una caída brutal del consumo y de índices de pobreza astronómicos y con casi 5.000.000 de personas por debajo de la línea de indigencia, el Ministerio de Desarrollo Social había decidido la semana pasada el recorte de los programas Potenciar Trabajo que iban a permitir el ingreso de 50.000 trabajadores desocupados sin ingresos, que son una parte mínima de los dos millones de nuevos desocupados que se sumaron el año pasado luego de la crisis sanitaria social y económica.

El ajuste que incluyó la eliminación del IFE para 9 millones de personas, afina el lápiz y se aplica en toda la línea de lo que se llama asistencia social elemental, es decir la que llegaba a los trabajadores más pobres de los más pobres antes de la pandemia.

A esta situación se suma demás un déficit brutal de la asistencia los comedores populares que asisten la emergencia más elemental, qué es la comida para miles de familias.  Durante meses,  en muchos casos casi medio año, no se han recibido alimentos y cuando llegan son de bajísima calidad y de casi nulo poder alimenticio. Según el propio ministerio para merenderos y comedores se necesita un piso de entre 16 y 18 productos y en las entregas que realiza el Ministerio nunca se superó los 6 u 8 productos en su mayoría polenta o hidratos de carbono, casi sin leche, ni azúcar, ni aceite ni elementos fundamentales para una dieta de millones de personas que sobreviven con un plato de comida o una vianda qué retiran de un comedor popular.

El tercer elemento también grave en este cuadro era que a pesar de haber sido considerados esenciales en el primer decreto del año pasado cuando se consideró las tareas esenciales por la pandemia, las y los compañeros de los comedores populares no figuran en los listados para la vacunación contra el virus del Covid-19. Varias compañeras que estaban a cargo de comedores populares han fallecido y son miles los contagiados. Se trata de una medida elemental de salud pública, no como dicen maliciosamente algunos medios masivos “los piqueteros quieren vacunarse”. ¡Quienes atienden diariamente la alimentación de cientos de miles de personas deben ser vacunados como una forma de frenar la expansión del virus!

 

Como frutilla del postre las compañeras que han sufrido, sobre todo el último tiempo un agravamiento de la violencia de género, no son asistidas porque entran en una maraña burocrática de tramites que comanda el Ministerio de la Mujer y que es hoy poco más que cartón pintado.

Esta gravísima situación social ha había provocado una oleada de repudio y organización popular que recorrió el país de una punta a la otra, asambleas en Tierra del Fuego, en Santa Cruz , en Mendoza , en Neuquén, en Córdoba en las barriadas del conurbano, en las villas de capital, en el norte, desde Misiones hasta la Quiaca, pasando por Tucumán y por el gran Rosario, la Unidad Piquetera que incluye más de 35 organizaciones piqueteras con representación en 22 provincias votamos un plan de lucha de características extraordinarias cómo hacía mucho tiempo no se veía. El plan votado incluía desde este jueves 14 cortes, piquetes, bloqueos de acceso y acampes: en la RN 40, en la RN 22 en Zapala, en el puente que une Río Negro con Neuquén, en la ruta 3 desde su inicio en la General Paz hasta Caleta Olivia, pasando por Bahía Blanca, en la RN 9 en Jujuy , en las rutas de Misiones, en el acceso a la ciudad de Rosario y en la circunvalación del puente carretero de ingreso a la Ciudad de Córdoba, entre otras. En la ciudad de Buenos Aires con bloqueos y cortes en Puente Pueyrredón, Puente La Noria, en General Paz y Ruta 3, en Acceso Oeste, Panamericana y la Autopista La Plata-Buenos Aires. Y a partir de las 2 de la tarde un acampe en el Ministerio de Desarrollo Social.

Estos anuncios provocaron que en la noche del Miércoles el Ministro de Desarrollo Social convocará en forma urgente al conjunto de las organizaciones de la unidad piquetera. Con la presencia de todo su gabinete el Ministro reconoció los reclamos de las organizaciones y pretexto límites presupuestarios. En criollo, la confesión de un ajuste en la asistencia social.

En la reunión las organizaciones denunciamos el ajuste que incluye la aprobación de un salario mínimo vital y móvil de indigencia, que contó con el apoyo de las burocracias de la CGT y la CTA y el beneplácito de las cámaras patronales, así mismo rechazamos la orientación general del conjunto de la política oficial que prioriza el pago de la fraudulenta deuda externa y sostiene una especulación financiera que fuga divisas en medio de una catástrofe social
Reclamamos asimismo la reincorporación de los 50 mil eliminados del Potenciar Trabajo, un cronograma de entrega de alimentos y la vacunación de esenciales.

Luego de varias horas de discusión (nos retiramos del ministerio al filo de la medianoche) y con la cercanía de la hora de inicio del plan lucha muy cerca de activarse, el Ministro Arroyo reconoció el déficit de la atención sanitaria y se comprometió a restituir, con el cobro del mes de junio los 50.000 trabajadores qué deberían haber cobrado en mayo, además se estableció el compromiso de enviar un cronograma mensual de entregas a los comedores populares, se elaborara un listado de esenciales de comedores populares que enviara el Ministerio a las provincias que son las encargadas de la vacunación, para efectivizar la protección a estas/os compañeras/os, por último se abrió un canal directo para el acceso al programa ACOMPAÑAR de compañeras víctimas de violencia de genero.

El conjunto de estas reivindicaciones parciales pero importantes tendrá que pasar la prueba de su concreción o de lo contrario se reactivara el plan de lucha. Mantenemos el estado de alerta y movilización hasta su efectivización. Velamos las armas, ya que el ajuste no se detiene.

Un paso adelante que nos permite unos días de reagrupamiento y organización sin exponernos en medio de la catástrofe sanitaria.