La revuelta popular en Paraná

El asedio a los supermercados comenzó en Entre Ríos el fin de semana del 16 al 17 de diciembre en Concordia. La información recorrió como reguero las barriadas paranaenses. El miércoles 19 un grupo de delegados de ATE del Hospital San Martín acompañó a familiares de pacientes a reclamar bolsones a la firma Norte.


A partir de allí, se suceden reclamos de bolsones en toda la ciudad. La modalidad: un grupo elegido por los vecinos se acerca a parlamentar con los encargados; el resto de la gente espera en una vigilia que parece interminable. La militarización de la ciudad no se hace esperar. Algunas firmas entregan ínfimas cantidades de alimentos. En Wal Mart, la gente rodea el edificio y es duramente reprimida. Lo mismo sucede en, por lo menos, 10 ó 12 supermercados en toda la ciudad.


En una corrida mueren, bajo las balas policiales, Romina Ituraín, de 13 años, y Eloísa Paniagua, de 10 años. Además, desaparece José Rodríguez, de 25 años, desocupado y militante de la CCC. Su cuerpo aparecería 10 días después en un descampado. Rodríguez había participado en la refriega con la policía en las cercanías del Wal Mart.


Mientras tanto, el Frenapo se encerraba en Agmer a “evaluar” la situación. El resto de la Multisectorial (ATE, CCC, estudiantes, etc.) decidía realizar una marcha hacia Casa de Gobierno desafiando el estado de sitio y por juicio y castigo a los asesinos de las pibas. La marcha, realizada a las 21 horas del 20, culmina con el incendio de la añeja puerta de la Casa de Gobierno. La represión y la resistencia del puñado de militantes (unos 120) continuaron hasta la medianoche. Esta acción fracturó la Multisectorial por un par de días. El Frenapo, en su afán por diferenciarse y sostener la “institucionalidad”, pide ¡una audiencia con el ministro Villaverde! Incluso, éste, ni lerdo ni perezoso, los invita a participar en el Comité de Crisis que preside… Montiel. Finalmente, no son de la partida; así y todo llaman a una asamblea para decidir qué hacer. Vergonzoso.


El viernes 28, una marcha de cerca de 500 personas recorría el centro de Paraná reclamando justicia por las pibas asesinadas (el cuerpo de Rodríguez no había aparecido) y por la renuncia de Montiel.


Tenemos que seguir fogoneando la rebelión y la organización de asambleas populares. La situación de los barrios es de inquietud. El sueldo de octubre se pagó totalmente en bonos. El corralito sigue poniendo de rehén a los ahorristas.


¡Fuera Montiel, Carbó y Ojeda!


¡Juicio y castigo a los policías asesinos de Romina, Eloísa y José!


¡Asamblea Constituyente ya!