Al momento de escribir esta crónica, la Unidad Piquetera sostiene un contundente acampe en la Ciudad de Buenos Aires frente al Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, que se extiende por más de diez cuadras de la Avenida 9 de Julio con miles de compañeras y compañeros de más de treinta organizaciones. La permanencia masiva, además de mostrar una fuerte voluntad de lucha, es la expresión del agravamiento de la crisis social como resultado de la política del gobierno peronista, con una inflación que persiste destruyendo los escasos ingresos. La pobreza, que las cifras oficiales no pueden ocultar, golpea a más de 19 millones de habitantes de todo el país.

Por eso, las jornadas de lucha se extienden y se repiten en distintas ciudades del país. Surgen luego de protagonizar movilizaciones y acciones en todo el territorio nacional contra la carestía, el hambre y el ajuste, y por las reivindicaciones urgentes para trabajadores desocupados y precarizados que el gobierno bloquea debido a la instrumentación del pacto con el FMI.

Estas medidas son resultado de lo discutido en el reciente Plenario Piquetero Nacional del 22 de septiembre y colocan en la primera plana de la agenda política la lucha por trabajo genuino, apertura y aumento de los programas sociales, alimentos para los comedores populares y salario mínimo que cubra la canasta básica de 120.000 pesos.

Las acciones se replicaron en más de veinte provincias de todo el país y se produjeron en medio de la actualización oficial de los datos de la pobreza y la indigencia, poniendo de manifiesto lo denunciado por las organizaciones piqueteras: crece la miseria con el ajuste oficial.

Entre los principales puntos y denuncias que las organizaciones levantan se encuentra la ausencia de respuesta respecto del plan para la generación de un millón de puestos de trabajo en la construcción, para la generación de viviendas, presentado ante el ministro Juan Zabaleta hace más de un año.

Una lucha que se expresó en todo el país

La lucha piquetera se extendió a las distintas provincias y ciudades del país, destacándose las acciones en Córdoba, Mendoza, Rosario (donde también hubo acciones en Santa Fe capital, Villa Constitución y otras localidades del interior), Salta, Jujuy, Formosa, Chubut y en algunas ciudades del interior de Buenos Aires, como Bahía Blanca y Mar del Plata, por su masividad.

En Córdoba hubo una movilización a la sede del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia, donde además se mantuvo una permanencia por los reclamos. En Mendoza se instaló un numeroso acampe piquetero en Plaza Independencia. En Santa Fe, la permanencia tuvo lugar frente a la Gobernación de la provincia.

En el norte del país se destacaron las actividades en Salta, donde marcharon hacia Plaza 9 de Julio y montaron el acampe. En Jujuy se movilizó y permaneció en Plaza Belgrano, en una provincia donde el gobernador Morales busca criminalizar la protesta social y prohibir los piquetes a través de una reforma constitucional. En Formosa hubo cortes en la Ruta 11 de acceso sur de la ciudad, Puente Pucú con permanencia hasta y acciones en diversas localidades del interior, con seis cortes de ruta más.

En el sur se destacaron acciones en Comodoro Rivadavia (Chubut) y en Santa Cruz, con cortes de ruta en Caleta Olivia (en Ruta 3), Las Heras y movilización por las calles de Río Gallegos.

En el interior de Buenos Aires se desarrollaron importantes acciones en Bahía Blanca, con acampe en Plaza Rivadavia, y en Mar del Plata.

En el acampe frente de Desarrollo Social de Nación, en la Ciudad de Buenos Aires, se congregaron miles de manifestantes y tuvieron lugar diversas actividades culturales, formativas, asambleas, charlas e incluso recreativos, en la lucha contra el Estado por las reivindicaciones planteadas.

Sin respuestas, sigue la lucha

Desde la Unidad Piquetera denunciaron que el gobierno sigue sin ofrecer ninguna medida concreta que alivie las dificultades económicas y sociales que afectan a millones de trabajadores: ni se cumple con la generación de empleo ni tampoco con la asistencia a los desocupados.

Esto ocurre en el marco de grandes beneficios a las patronales, con las que discute todos los días medidas como el “dólar soja”, exenciones, beneficios patronales, dólar oficial para las importaciones, liberación de precios, etc. Las que afectan directamente los bolsillos de las familias trabajadoras por medio de la inflación.

Si el gobierno persiste en su intransigencia, las organizaciones de la Unidad Piquetera ya adelantaron que las medidas continuarán en los primeros días de octubre, hasta que se abra un curso de acción para millones de trabajadores desocupados, pobres e indigentes.

 

Festival de apoyo al acampe en CABA

Actuaron: Luise Michell Trío, Jimmh Jazz y Lady Trombón, LMF subsiten, Madrugada y los Tenores Obreros