Lanata y Feinmann contra los trabajadores, por enésima vez

Un respaldo patronal contra la organización del movimiento de desocupados.

En el pase de programas matutinos entre los conductores radiales Jorge Lanata y Eduardo Feinmann se entabló una conversación que parte de un supuesto mensaje de whatsapp que recibió uno de los conductores de parte de un productor de limones tucumano.

En el supuesto mensaje el productor denuncia que tuvo que abandonar 80 hectáreas de limón por falta de personal y que tendría que abandonar toda una finca. La primera consideración al respecto es que el negocio del citrus en Tucumán no ha hecho más que expandirse. En el 2020 existían en producción más de 50.000 hectáreas, siendo el limón y sus derivados la principal exportación de la provincia. Hoy Tucumán es el principal productor y procesador de limones a nivel mundial, no parece ser este un negocio en el que se estén abandonando fincas. Lo segundo, al respecto de esto, es que nadie abandona un metro de tierra en la provincia, todo lo contrario. Hay denuncias constantes de usurpaciones varias debido a la falta de terrenos, tanto para la vivienda como para la agricultura.

A renglón seguido los periodistas -dándose la razón entre ellos– aseveran que lo mismo estaría ocurriendo con la aceituna en La Rioja. En este punto habría que preguntarle al actual jefe de Gabinete, Manzur, cómo le fue con el negocio, ya que él es dueño de una de las principales productora de aceite de oliva y derivados del país. Spoiler: Manzur es el funcionario más rico del gabinete nacional, según dicen las declaraciones juradas oficiales.

En el largo mensaje que lee Lanata del supuesto productor rural, se asegura que en un pueblito cercano a esta finca, a punto de abandonarse, hay 1.000 personas del Polo Obrero, y se queja de que no querrían trabajar para él. Lo único que parece ser cierto de este relato es que el Polo Obrero tenga 1.000 compañeros en un pueblito, ya que la organización está creciendo a raudales en el marco de un repudio a punteros del PJ y a organizaciones oficialistas.

Lanata y Feinmann no tratan de indagar sobre el verdadero problema: salarios de hambre y trata de personas. Luego de chicanas varias de un humor que solo divierte a ellos, los conductores terminan con el tema y pasan a otra cosa sin explicar mucho más.

Según La Gaceta, uno de los principales medios de comunicación de la provincia, las exportaciones en Tucumán crecieron un 22% entre el 2021 y el 2020 siendo el citrus la principal de ellas con un 48% del total exportado. Esto no sorprende a nadie ya que dentro de los dueños de empaques y fincas de citrus están los empresarios más ricos del norte, compañías multinacionales y alguna de las familias más ricas de la Argentina.

Las últimas estadísticas oficiales muestran que Tucumán es una de las provincias con mayores niveles de desocupación en el país, y mayores índices de precariedad laboral, con casi un 40% del mercado laboral en negro. Muchos de estos trabajadores que se encuentran en negro trabajan por temporada en el citrus, en el arándano o en el azúcar. En el limón, particularmente, la temporada es de no más de cuatro meses. Que muchos de los trabajadores en negro de la cosecha del citrus tengan planes sociales es discutible, no existen estadísticas al respecto. Lo que sí es cierto es que, ante la miseria existente y los bajos salarios que se pagan en los trabajos rurales, ningún laburante estaría dispuesto a perder un plan social que cobra todo el año por más miserable que sea este ingreso.

En los últimos meses se ha discutido la posibilidad que aquellos trabajadores que se empleen por temporada en el citrus y tengan planes sociales no pierdan ese beneficio mientras dure la cosecha. Está claro que se trata de un subsidio a las patronales, ya que el monto del plan social se descontaría del salario en blanco que se paga en las fincas, que a todo esto es por destajo y día que no se trabaja no se cobra. Los planes sociales se utilizarían como un subsidio encubierto a las ya riquísimas patronales del citrus, seguramente cuando Lanata y Feinmann se enteren de esto saltarán en una pata.

Las patronales del citrus en la provincia pagan salarios miserables y en negro por jornadas laborales agobiantes, con traslados insalubres, en colectivos destruidos que ya causaron accidentes y muertes. Es claro que la tajada del león en el negocio se la llevan los grandes empaques que poseen sus propias fincas, ellos acumularon fortunas con las exportaciones y siendo proveedores de grandes multinacionales. No es el citrus un negocio de “pequeños” productores (como podría suceder en otra rama de la agricultura), los costos de instalarse impiden que así sea.

Lanata y Feinmann despotrican contra los trabajadores y las organizaciones piqueteras para pavimentar el desarrollo de una mayor superexplotación de la clase obrera. Entienden que las organizaciones como el Polo Obrero son las que se interponen entre los laburantes y una mayor explotación con menores salarios, que multiplique las ganancias empresariales.

Los trabajadores del limón en muchos casos se han sumado al Polo Obrero (son numerosos en nuestras filas) para luchar por conquistas que son imposibles de pelear de la mano de Uatre o de otras burocracias sindicales.

Discutimos actuar en los sindicatos, a la par que peleamos con el movimiento piquetero por planes interzafra para poder sobrevivir cuando no hay cosecha. Nos organizamos por trabajo genuino, todo el año y en blanco, con un salario igual a la canasta familiar.