La devaluación del peso y el impacto inflacionario, principalmente en los alimentos, están pulverizando los ingresos de los trabajadores precarizados de la ciudad. El litro de leche, según el IPCBA pasó de costar $190 en enero a $360 en septiembre, registrando un aumento del 90% en lo que va del año, el aumento de la Canasta Básica Alimentaria durante el mes de agosto superó el 17%. Los índices de pobreza que salieron a la luz todavía no reflejan las consecuencias del impacto inflacionario después de la última devaluación.

Es en este cuadro que las listas de espera de los comedores populares en la ciudad se han multiplicado. En lo que va del año, el gobierno de Larreta ha decidido aplicar una política de ajuste en total concordancia con el ajuste que aplica Massa y Tolosa Paz a nivel nacional, y que responde a los acuerdos con el FMI.

La estructura de la asistencia alimentaria de la ciudad es insuficiente para cubrir la demanda en aumento resultado de la crisis social. Los comedores existentes no alcanzan y las raciones que se distribuyen en ellos no cubren las necesidades de los barrios con cientos de familias que se anotan a diario. Las cocineras y organizadoras de estos espacios realizan una tarea fundamental, totalmente a voluntad, sin un reconocimiento de su labor, lo que trae enormes dificultades de organización.

Por otra parte, los trabajadores de las cuadrillas que se encargan de realizar trabajos de limpieza de los espacios públicos siguen ejecutando sus tareas en condiciones laborales precarias, con salarios de $90.000, por debajo de la línea de indigencia y sin derechos laborales.

Después de 16 años de gobierno macrista, y con total complicidad del peronismo, se han multiplicado las familias que viven en las villas y asentamientos no urbanizados. Más de 400.000 trabajadores viven sin cloacas, sin agua potable, soportando inundaciones, cortes de luz e incendios. Este es el contexto en el cual llevan adelante su vida cotidiana miles de trabajadores de la capital, aunque Larreta quiera esconderlo.

Jorge Macri, quien integra el gobierno, y es el principal candidato para suceder a Larreta en la jefatura de gobierno, se ha encargado de atacar a las familias que se organizan contra el hambre en lugar de atender los reclamos que motorizan la movilización popular contra su gobierno.

Las organizaciones nucleadas en el Frente de Lucha Piquetero de la Ciudad presentaron un petitorio con todos los reclamos y anunciaron una acción de lucha para poder ser recibidos por el nuevo ministro Gabriel Mraida, quien quedara a cargo de la cartera del Ministerio de Desarrollo ante la renuncia de María Migliore. Finalmente, una delegación de estas organizaciones será recibida este jueves.

El gobierno de la ciudad debe atender la crisis social. Sin respuesta, miles de familias organizadas coparán las calles nuevamente.

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